El mundo está en constante cambio. Términos que apenas hace algunos años eran novedosos e innovadores, hoy pasan a segundo plano a manos del avance tecnológico. Por ejemplo, e-Learning, término que tan solo el año pasado se había adoptado para referirse casi a cualquier proceso formativo digital; desde videollamadas por Zoom hasta simuladores complejos de Realidad Virtual.
Sin embargo, y para la mayoría de la gente, el término e-Learning se convirtió en sinónimo de clases por videoconferencia y archivos PDF. Y es por eso que hoy estamos ante la necesidad de adoptar un término que describa mejor la experiencia formativa virtual: x-Learning.
El x-Learning ha surgido como la evolución natural y como una tendencia más completa que el e-Learning tradicional.
¿Qué es el x-Learning?
x-Learning, se refiere a procesos formativos que pueden llevarse a cabo en cualquier dispositivo: móviles, computadoras, televisiones y hasta consolas de videojuegos.
En un mundo cada vez más interconectado, el acceso universal a recursos formativos se está convirtiendo en una necesidad que tanto empresas como instituciones educativas deben afrontar. La formación tradicional, en donde el alumno recibe la formación exclusivamente en el aula o en una sala de juntas frente a un instructor, ha quedado fuera de contexto para la sociedad moderna y resulta menos efectiva y hasta insuficiente para campos de estudio prácticos.
El x-Learning, además de promover la experiencia como eje del aprendizaje, funciona como un ecosistema integral en el cual la formación es interactiva y motiva a la participación constante del alumno para completar módulos y adquirir experiencia. A través de simuladores de Realidad Virtual, videojuegos didácticos o infografías interactivas los alumnos incorporan elementos del juego, los cuales ayudan a que la retención de conceptos, a través de métodos de inmersión y la capacidad de volver a intentar cuando uno falla, sea mucho mayor.
¿Cómo implementar una estrategia de x-Learning en tu organización?
Como con todo, el primer paso es hacerlo. El momento adecuado de comenzar con una estrategia de transformación digital en formación es ahora. Una de las ventajas de este tipo de recursos es que, además de ser universales, es que son fácilmente actualizables. Así que la excusa de esperar a tener la información más actualizada sobre técnicas que saldrán el próximo año y así ahorrar en este sentido deja de ser válida.
Es importante, como con cualquier cambio de paradigma, que las cabezas y tomadores de decisión estén todos a bordo del cambio. Una revolución de este tipo puede desestabilizar algunas áreas de tu organización, así que la capacitación será clave para que todos viajen en el mismo barco. Pero ¡hey!, al menos puedes intentar algunas de las técnicas que planeas implementar desde este paso.
El x-Learning es una adaptación a la universalidad que esperamos al estar cada vez más conectados.
¿Cuánto cuesta implementarlo?
Muchas organizaciones tienen la falsa concepción de que este tipo de cambios son costosos y toman recursos y expertise que podrían no tener en ese momento, y por ello deciden no invertir en ella. Sin embargo, está comprobado que la mayoría de los negocios que invierten en eLearning ver ahorros en costes formativos de hasta 60% y agilizan el aprendizaje en hasta un 80%. ¿Qué significa esto? Ahorro y productividad. Esto hace que el costo inicial de implementación (que sí, puede ser algo elevado) se pague a sí mismo en poco tiempo.
Algunos otros datos: invertir en formación virtual para tus colaboradores o alumnos reduce la rotación dentro de tu empresa y el abandono escolar, respectivamente. En promedio, 93% de los trabajadores en Estados Unidos logran avanzar su carrera cambiando de empresa.
¿No sería genial que tu organización pudiera ofrecerles la oportunidad de hacerlo allí? El costo de la rotación empresarial puede ser de hasta el 150% del salario del puesto durante el primer año. Y en cuanto a los estudiantes, el abandono escolar, que a raíz de la pandemia puede ocasionar aumento de entre 12% y 15%, puede ser combatido gracias a técnicas accesibles en dispositivos que los alumnos ya tienen, como smartphones. Existen más de 112 millones de smartphones en México, según las cifras más recientes del INEGI, así que apostar con que la gran mayoría de los estudiantes universitarios cuentan con smartphone o tienen acceso a uno es algo seguro.
El costo real de implementación, como siempre, es variable según las necesidades de cada organización. No será lo mismo invertir en recursos como infografías interactivas que en ambientes de simulación en Realidad Virtual Inmersiva hechos a la medida, sin embargo, en casi todos los casos la inversión vale la pena económicamente hablando.
Elegir los recursos correctos
Como hablamos anteriormente, será muy distinto decantarse por X o Y recurso a la hora de implementar una estrategia de x-Learning efectiva. Con tantas opciones disponibles, la forma más sencilla será acercarse a alguna empresa que ofrezca consultoría y desarrollo personalizado al mismo tiempo. De esa forma, lo único que la organización tiene que hacer es definir sus contenidos formativos y el proveedor se encargará de hacerlos realidad.
Una de las consideraciones para elegir qué tipo de recurso conviene elegir deberá ser el público al cual estará dirigido el recurso formativo. Será distinto si es para un mismo departamento de pocas personas que se encuentren casi todas en el mismo sitio que implementar una estrategia para colaboradores dispersos por todo el país, como en el caso de los recursos para la industria del Transporte y Logística. Otra será el alcance económico y tecnológico que la organización pueda hacer disponible a sus alumnos. Entregar cascos de Realidad Virtual a cientos de alumnos podría no ser viable, y entonces otra solución será mejor.
Invertir en x-Learning puede ser costoso al principio, pero es una inversión que se paga sola con el tiempo.
¿Por qué apostar por la experiencia?
Edgar Dale fue un famoso pedagogo estadounidense, cuyo legado más significativo es el famoso Cono de la Experiencia. En éste cataloga distintas formas de recibir información y retener el aprendizaje respectivamente. Las clases tradicionales, en donde un alumno acude al aula, escucha durante una hora, y con suerte hace una pregunta, tienen una retención de apenas el 5%. Leer esta cifra es alarmante, siendo que es la principal forma de docencia no sólo en México, sino a nivel mundial.
En contraste, el aprendizaje recibido a través de la experiencia, de la puesta en práctica y de aprender haciendo, resulta en una retención de alrededor del 75%. La diferencia es abismal. De hecho, es sólo la segunda forma más efectiva de retener conceptos tan sólo después de enseñar a otros (90%).
Queda claro, entonces, que la formación “tradicional” es, además de más costosa, mucho menos efectiva que técnicas tecnológicas (siempre y cuando éstas no sean una réplica unidireccional de las técnicas tradicionales). Pedagógicamente hablando, los recursos que aprovechan técnicas de x-Learning bien implementadas siempre serán mejores no sólo para el alumno, sino también para quien está pagando por ofrecer esa formación.
El futuro nos ha alcanzado y es tiempo de implementar nuevas técnicas de formación como lo es X-Learning.