Hace tiempo, cuando los cerros eran verdes y no teníamos tanto smog en nuestra hermosa Ciudad de México, me tope por primera vez con un juego de cartas que me enloqueció por completo, hasta el punto de gastar hasta el último centavo para hacerme con las cartas más poderosas, pero conforme fue pasando el tiempo, el trabajo y las responsabilidades de la vida adulta me hicieron dejar de lado esa obsesión; lamentablemente la gente de Blizzard ha puesto en mis manos Hearthstone y ¡oh dios!, creo que ese demonio ha regresado.
No les mentiré, me mantuve aparte de este juego de forma deliberada, ya que algunos amigos se adentraron a este mundo y aún siguen ahí, pero ahora que lo he disfrutado por un par de semanas, permítanme platicarles cual ha sido mi experiencia con Hearthstone de Blizzard.
Hearthstone es un juego de cartas coleccionables que comparte las bases de Magic The Gathering (MTG), pero con la diferencia de poder usar personajes de Blizzard. Hearthstone simplifica de buena forma el modo de juego, de forma que los nuevos jugadores se adentran a este mundo de las cartas coleccionables con una simplicidad que se agradece.
Pero, ¿en qué consiste Hearthstone?
El modo de batalla es similar a MTG, dos jugadores se enfrentan en batalla por turnos, pero en lugar de tener tierras para generar maná, acá, el maná se va acumulando conforme van pasando los turnos. Cada turno está dividido en 3 etapas: mantenimiento, donde robas cartas y eliges jugar ya sea criaturas o hechizos, después llega el ataque y terminas cediendo el turno. La batalla termina cuando un jugador se queda sin energía.
Ante esta descripción simplificada dirás: “¿Neta?, ¿tanto para eso?, a lo que te respondo: Esa es la belleza de Harthstone, un juego simple, fácil de entender, pero tremendamente adictivo.
Lo mejor de Hearthstone es que muchos de los duelos, no duran más de 10 minutos, a diferencia de MTG, en donde los duelos suelen ser eternos ante la complejidad de las fases que comprende. Por lo que Hearthstone se ha convertido en el favorito de quienes buscan partidas rápidas e intensas.
Incluso con las reglas tan simplificadas, Hearthstone es un juego gratificante en muchos sentidos, además de que los jugadores emplean una estrategia bien planeada, ya que cada carta individual tiene el potencial de cambiar el rumbo del duelo.
Hay varios héroes a elegir, cada uno con sus propias cartas especificas de su clase con habilidades únicas. Las cartas pueden convertir a un simple minion en una bestia imparable, o incluso podrías crear barreras impenetrables y lo mejor es que el duelo puede cambiar en cada turno de manera inesperada.
Lo que hace el combate de Harthstone tan interesante es la curva de aprendizaje y como aprendes que las cartas interactúan entre sí, realzando y sorprendiéndote en cada duelo.
No te diré que el mazo de tus cartas cambiará el destino del mundo, ya que esto no es Yugi Oh, pero conforme ganas duelos y aprendes lo que hacen tus cartas, las victorias se vuelven cada vez más satisfactorias; aunque, del otro lado de la moneda, las derrotas suelen ser muy dolorosas, especialmente cuando aprendes a “la mala” que tu mazo tiene el potencial, pero no lo supiste aprovechar.
La gran cantidad de cartas y combinaciones existentes para crear tu mazo, hacen que Hearthstone se pueda jugar sin parar y con el ritmo rápido de cada partida, se te irá el tiempo hasta que te des cuenta de que ya amaneció.
Para hacerte de cartas tendrás que ganar muchos duelos, pero si eres de los desesperados que quieren tener un mazo de cartas poderoso, existe la posibilidad de comprar paquetes de cartas con dinero real; pero, si me preguntas, creo que el primer acercamiento tendría que ser con la versión de “stock”, ya que si mi querido geek, Hearthstone es gratis, pero debes tener cuidado, ya que a veces para tener cartas poderosas, tendrás que gastar una buena lana.
Pero, ojo, no hay un tiempo límite, gemas, o algo que te impida obtener las mejores cartas del juego, pero como todo, necesitas mucho tiempo, incluso jugar hasta que te desmayes (sé que habrá alguien quien lo haga jejeje).
Dicho esto, debes tomar en cuenta que tus adversarios no se tentarán el corazón para gastarse unos cuantos pesos para tener la carta que necesitan para vencerte, por lo que, si tu economía te lo permite, date el paquete de bienvenida, o incluso el megacombo Cenizas de Terrallende que contiene 90 paquetes de cartas, una legendaria dorada aleatoria de este “pack” y otros beneficios bastante atractivos.
Blizzard ha hecho un gran trabajo y se nota que han pulido el juego durante estos años desde su lanzamiento, ya que el nivel de animación en los duelos es espectacular. Los duelos son explosivos, los hechizos se ven espectaculares y las mesas de juego son interactivas, incluso podrás encontrarte con alguna catapulta en miniatura que puedes cargar y lanzar solo por diversión.
Incluso el abrir un paquete de cartas es una emocionante experiencia, la cual solo había sentido cuando abrí mi primer paquete de MTG. Estos detalles tal vez sean mínimos, pero ayudan a que la experiencia de juego sea emocionante y tremendamente adictiva.
Hearthstone hace todo lo posible para que el salto entre sus modos de juego sea de lo más simple para los jugadores novatos. Es fácil comenzar partidas casuales o por clasificación, incluso el construir los mazos personalizados es divertido, donde la función “sugerir carta” es de lo más útil para ser competitivo.
Conforme vas aprendiendo te das cuenta que las mejores recompensas las encuentras en la Arena, aquí los jugadores pueden crear un mazo a partir de un conjunto de cartas aleatorias, para poder participar en duelos cada vez más difíciles, solo para saber quién llega más lejos. Seguramente llegarás ahí después de conocer de manera íntima tus cartas y las técnicas que puedes usar con ellas.
Blizzard ha creado un juego de cartas tremendamente adictivo, ya que es fácil de aprender y mucho más fácil el volverte adicto (una vez más, gracias Blizzard por regresarme al vicio). Hearthstone es gratuito y a pesar de que hay muchos paquetes que podrían facilitarte el camino, al final te das cuenta que solo a base de esfuerzo es como lograrás la victoria.