Gobiernos de todo el mundo ya están implementando tecnologías en una nueva generación de documentos de identidad como los pasaportes. La promesa de reducir el fraude, facilitar los controles de autenticación y mejorar la seguridad es la que subyace a estas iniciativas.
Recientemente, el gobierno mexicano se ha sumado a esta aplicación de la biometría y la confirmación electrónica. A partir de este mes se emitirán nuevos pasaportes en el país: esta implementación se reflejará a través de documentación impresa, que ahora incluirán un chip electrónico para acceder a la información del titular. Esto tiene como fin salvaguardar los datos de identidad de forma fiable.
Esto no es casualidad ni una moda, es una realidad que ha llegado para quedarse y que será implementada en todos los países en corto – mediano plazo. Según los datos de Statista, el 64% de los aeropuertos internacionales tiene previsto implementar puertas de embarque hacia 2023, utilizando diferentes tecnologías que permitan una validación digital de la identidad.
Estos pasaportes de nueva generación, o e-passports mexicanos, se ajustan a las normas internacionales emitidas por instituciones como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que es dirigida por las Naciones Unidas. Algunas de las pautas a las que se ciñe incluyen el uso de biometría para posibilitar el reconocimiento facial y, por consiguiente, validar la identidad del viajante. Así, estos nuevos documentos contendrán imágenes digitalizadas de los rostros de sus portadores, además de huellas dactilares y datos del iris. Estas características son únicas para cada persona, por lo que este proceso también agilizará los trámites migratorios.
La biometría, que ya ha sido plenamente incorporada en terrenos como los dispositivos móviles, presenta ahora una amplia aceptación entre los viajeros según indica la encuesta IATA’s 2021 Global Passenger Survey (GPS), con gran aceptación para implementar estas tecnologías y mejorar los procesos aeroportuarios. Cabe entonces preguntarse, ¿Qué retos plantea este paso hacia el futuro de la identidad?
Tomando en consideración que lo más probable es que los e-passports sean leídos por lectores de RFID o identificadores por radiofrecuencia que estarán instalados como parte de los controles de seguridad en aeropuertos, eventos deportivos o conciertos. Así, un primer reto a enfrentar será el skimming, es decir, a la lectura oculta o no autorizada de su contenido a partir de lectores clandestinos.
Gabriel Bravo, Director Comercial en México de VU comenta al respecto: “La integridad de los datos se torna vital para su seguridad. Una protección integral es esencial para el valor cualquier sistema de autenticación. Por lo tanto, los protocolos y sus consiguientes actualizaciones que respaldarán estas nuevas implementaciones son una parte crucial de toda infraestructura y su éxito.”
Esta migración digital abre una puerta nueva para multiplicar sus usos en ámbitos que marcan tendencia y con gran adopción masiva de las nuevas tecnologías, como es el comercio electrónico. “La proliferación de acciones gubernamentales y dispositivos de identificación seguramente dará pie a que surjan aplicaciones riesgosas y no deseadas, por lo que se debe contemplar protocolos integrales desde estadios iniciales y actualizaciones constantes”, agrega Bravo. En estos últimos años los ciberatacantes se han profesionalizado, por lo que – como los tiempos actuales – la agilidad en los procesos e instituciones es primordial.