No sé mentir, no puedo hacerlo y al mismo tiempo no puedo dar spoilers, pero omitir la verdad no sería mentirles ¿no es así?; sin palabras, estoy asombrada, tuve que ver el episodio tres veces, repetir varios momentos y mientras escribo no termino de entender qué fue lo que sucedió en poco más de 20 minutos de capítulo. Lo más sensato es empezar por aquello que puedo contar.
To Be Hero X
La animación, dios santo ¡la animación! Existe cierto dinamismo entre los cambios de la misma que se vuelve maravillosa, porque una vez te acostumbras a un tipo, de repente la cambian y este salto entre las diferentes técnicas no se siente forzado, sino que la historia las ocupa para contarte algo de manera sútil, no te lo tienen que decir en tu cara para que lo entiendas. Si son familiares a la serie antológica de Netflix, “Love, death and robots”, saben lo refrescante que es toparse de frente con algo distinto a lo que viste en el episodio anterior, bueno, esa sensación se condensa de forma magistral en este único capítulo al que tuvimos acceso en la redacción.
De buenas a primeras, no resulta sorprendente ver a los personajes diseñados como si fueran figuras de madera, muy al estilo de “Arcane” (ya que esta serie lo puso de moda), lo que sí es sorprendente, es cómo se maneja el ritmo de las escenas para que al momento en que se cambie el estilo de animación, el televidente no quede confundido o le choque verlo. Sino que se maneja esta transición de forma tan “amigable” (por llamarlo de alguna manera), que en ningún momento te arranca de la trama o te distrae.
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Ahora sí, procedemos con más calma a la parte que no puedo platicar con detalle.
El capítulo arrancó bien, todo tranquilo, no se veía nada fuera de lo usual o de lo que uno está acostumbrado (independientemente de la animación, que ya me emocione mucho con eso), pero a los minutos ocurrió una escena que me tuvo un buen rato repitiendo en bucle esos pocos segundos, sin poder entender totalmente lo que estaba sucediendo. Impactante, por decir lo menos, el contraste entre la actitud despreocupada de uno de los personajes y lo que le acontece de forma inmediata, me omitió el acto de parpadear unos instantes. Tiesa, fría, ice, hielo, mínimo común múltiplo quedé.
To Be Hero X se siente como una montaña rusa, con sube y baja constantes, cuando crees que las cosas se estabilizan te dejan caer directo al siguiente gran momento. No sabes que está sucediendo, o por qué está ocurriendo, simplemente pasa y ya. Otro punto fuerte, a mi gusto, es que como espectadores somos tan ignorantes como el protagonista, no es que seamos omniscientes para saber la razón de x ó y, sino que estamos junto a Lin Ling armando poco a poco el rompecabezas, aunque recién acabamos de desperdigar las piezas por la mesa y no sabemos por dónde empezar.
To Be Hero X promete bastante para ser un gran donghua (término chino para referirse a la animación) de la temporada, desde su calidad de animación, hasta su trama intrincada y mundo del que no te cuentan mucho en el primer capítulo, pero pescas el anzuelo de la curiosidad, quieres saber más y más. Es un muy buen proyecto, no hay más que decir, quizá sólo dejar la pregunta al aire ahora ¿una mentira dicha mil veces se convierte en una verdad?
