El Festival ARRE, el más grande de música regional mexicana en México, se celebró en la Ciudad de México y reunió a miles de fanáticos del género. En esta ocasión, tuve la oportunidad de asistir gracias a una invitación especial de Snapchat, la red social que ha transformado la manera en que interactuamos con nuestro entorno a través de sus divertidos filtros. Sin duda, Snapchat no solo se integró al evento, sino que se apoderó del festival, convirtiéndose en una parte fundamental de la experiencia.
Desde que llegué al Autódromo Hermanos Rodríguez, el ambiente era electrizante. Las primeras notas de música norteña, banda y corridos resonaban en el aire, anunciando lo que sería un fin de semana inolvidable. El festival reunió a leyendas del género como Gerardo Ortiz, Panter Bélico, Lalo Mora, K-Paz de la Sierra, T3R Elemento, e Invasores de Nuevo León. Cada uno trajo su propio estilo y energía al escenario, pero todos compartían un hilo conductor: la pasión por la música regional.
Lo que más me impactó fue la diversidad del público. Desde jóvenes adolescentes hasta familias completas, todos estaban ahí para celebrar su amor por la música mexicana. El festival no era solo un concierto, era una celebración cultural, un tributo a nuestras raíces y tradiciones.
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Snapchat y sus filtros
Sin embargo, lo que realmente distinguió esta edición del festival ARRE fue la integración de Snapchat. La aplicación se convirtió en el complemento perfecto para la experiencia musical, manteniendo al público entretenido entre cada presentación.
A lo largo del día, cada 5 o 10 minutos antes de que un artista subiera al escenario, Snapchat lanzaba un nuevo filtro en su plataforma, diseñado específicamente para el festival. Algunos de estos filtros hacían que parecieras un personaje de disney, caras tristes y graciosas. La audiencia se sumaba a la diversión, y en cuestión de segundos, el recinto se llenaba de pantallas brillando con selfies y videos que mostraban las versiones más divertidas de los asistentes.
Recuerdo un momento especialmente gracioso antes de la presentación de Gerardo Ortiz, cuando Snapchat lanzó un filtro muy gracioso. Las carcajadas no se hicieron esperar. No solo se trataba de una distracción divertida, sino de una manera de conectar a la multitud en una experiencia compartida, todos riendo y disfrutando de la creatividad de la plataforma.
Uno de los aspectos más interesantes de la presencia de Snapchat en el ARRE fue cómo lograron adaptar los filtros al contexto del festival. Los filtros no eran genéricos, sino que estaban claramente diseñados para resaltar el espíritu del evento.
Estas pequeñas pero impactantes intervenciones de Snapchat añadieron una capa extra de interacción. El público no solo asistía al festival, sino que se convertía en parte activa de él, creando contenido que reflejaba su propia experiencia única del evento. Además, la facilidad para compartir estos momentos en otras plataformas sociales como Instagram y Facebook hizo que el impacto de Snapchat se extendiera más allá del festival en sí, convirtiéndose en un fenómeno viral.
El uso de los filtros de Snapchat en el ARRE es un indicio claro de hacia dónde se dirige la integración de la tecnología en los eventos masivos. En lugar de ser solo espectadores pasivos, las audiencias ahora pueden participar activamente en la experiencia a través de la realidad aumentada. Snapchat ha encontrado la manera de combinar el entretenimiento digital con las experiencias en vivo de una forma que resulta natural y emocionante para los asistentes.
Además, la personalización de los filtros y la sincronización con los momentos clave del festival muestran el potencial que tiene esta tecnología para transformar la forma en que experimentamos los eventos. ¿Quién hubiera imaginado hace unos años que la realidad aumentada se convertiría en una parte tan integral de un festival de música regional?
Conclusión: una nueva forma de vivir los festivales
El Festival ARRE fue una experiencia inolvidable, no solo por la increíble alineación de artistas y el ambiente festivo, sino también por la manera en que Snapchat logró integrar sus filtros y tecnología de realidad aumentada en el evento. En lugar de ser solo un accesorio divertido, Snapchat se convirtió en una parte esencial de la experiencia, conectando a los asistentes de maneras inesperadas y creativas.
Salí del festival con el corazón lleno de música y la memoria de mi smartphone llena de selfies y videos filtrados que capturaban la esencia de un fin de semana único. Si algo quedó claro, es que la combinación de tecnología y música regional mexicana es una fórmula ganadora que continuará evolucionando en el futuro. Y quién sabe, tal vez en el próximo ARRE, los filtros de Snapchat no solo nos harán reír, sino que también nos transportarán a un mundo completamente nuevo de posibilidades interactivas.