La belleza de los juegos indie reside en la pasión, creatividad y cariño que sus creadores ponen sobre sus proyectos, un buen ejemplo es Skelattack, título publicado por Konami y desarrollado por Ukuza pensado para los videojugadores que buscan un reto “clásico”, con bastante dificultad y una dosis de humor.
El héroe que el (infra)mundo necesita
La historia te pone al mando de un esqueleto encantado llamado Skully que despierta ante la alerta de ataque en su pequeño pueblo. Como recién fallecido y nuevo residente en el feliz centro de Aftervale situado el inframundo, Skully se está acostumbrando a la muerte y está asimilando que es un esqueleto; mientras se prepara para la ceremonia del recuerdo a fin de comprender quién era en su vida pasada, Skully se involucra en una lucha para proteger su hogar del saqueo de los humanos.
Fieles a su naturaleza, los humanos han invadido el inframundo para robar la magia que enciende los espíritus de los muertos, la mística “Llama Azul” y secuestran al esqueleto mayor de Aftervale, Elzedon, quien posee todos sus secretos.
Así, en un acto desesperado por restaurar el orden, Skully junto con Imber, su fiel amiga murciélago, los dos saltan a la aventura para luchar y aletear a través del inframundo con la finalidad de detener la amenaza humana, salvar al esqueleto mayor y proteger la Llama Azul.
Un reto solo para los valientes
El sistema de juego es el de un título de plataformas, es decir, tienes que explorar cada nivel de manera vertical y horizontal para encontrar enemigos, tesoros, cuartos secretos y obviamente la salida que te llevará hacia la siguiente zona. Hay algunos niveles que son bastante simples y otros que son laberintos muy complicados que te pueden legar a hacer perder la paciencia, y aunque Skelattack ofrece un mapa para que no te pierdas, éste no es muy detallado, por lo que podrías fácilmente omitir los cuartos ocultos.
Al inicio las cosas son bastante simples, solo puedes saltar y atacar con tu espada pero conforme progresas, vas encontrando nuevos personajes que te ayudan en tu aventura, ya sea que te enseñen nuevos movimientos, combos o te vendan habilidades e ítems muy necesarios para poder avanzar.
Justo ahí reside un tanto de la estrategia y es que, afortunadamente puedes hacer viajes de regreso a tu pueblo para hacer algunas compras o mejoras a tu espada así como aprender nuevos hechizos que te serán indispensables.
Ahora bien, para pagar por algunos de estos servicios necesitas unos cristales azules que vas recolectando a lo largo de los niveles, sin embargo, hay un detalle: cada vez que mueres, tiras los cristales justo en el punto en el que moriste, así que, si fue un lugar de difícil acceso o entre trampas mortales, mejor dalos por perdidos.
Una buena idea es regresar a lugares por lo que ya pasaste para ver si no se te pasó entrar a un cuarto oculto o tomar un ítem que en su momento fuera imposible de alcanzar. Esto evita que el juego se vuelva lineal y sirve como ejercicio para mejorar tus habilidades.
Color y encanto
Cada nivel de Skelattack es una mezcla vibrante de peligro y encanto contenida en coloridos entornos y personajes dibujados a mano. Realmente es difícil no admirar estilo artístico inspirado en Tim Burton y a volver a visitar cada etapa a tu antojo para descubrir sus muchos secretos; claro que debajo de todo este arte hecho con mucho cuidado hay un juego de plataformas divertido y fluido que desafía a los jugadores a utilizar las diversas habilidades versátiles de Skully e Imber para deslizarse, volar, saltar y atacar a través de cada obstáculo y rompecabezas.
Ahora, el tremendo cuidado por los detalles a veces hace que sea un poco difícil saber dónde se puede pisar y dónde no, lo que puede parecer una plataforma obvia tal vez sea parte de la decoración y lo que parece no tener importancia puede ser un elemento del nivel que te haga daño.
Un poco de humor para animar el espíritu
Parte del atractivo del juego reside en la comedia que puede ser un forma de chistes un tanto simples (pero buenos), así como también en las agudas críticas que Imber le propina a Skully constantemente, esto además de las distintas situaciones en las que el protagonista se va encontrando.
Como detalle para los jugadores hardcore, Skelattack lleva un contador del número de muertes registradas a lo largo de la aventura (aparentemente los muertos pueden volver a morir), si es muy bajo te dirá que eres demasiado bueno aunque probablemente no has avanzado nada o si es muy alto, digamos que nunca es bueno tener muchas muertes en un videojuego.
En general Skelattack es un gran juego para los amantes de los clásicos de plataformas, es jocoso, tiene muchos secretos y sobre todo tiene bastante reto, lo malo es que a veces esa elevada dificultad puede llegar a ahuyentar al jugador casual que solo quiere una aventura y no experiencia para jugador hardcore. Ojalá que pronto saquen un parche que por lo menos, le dé al jugador casual la oportunidad de jugar con una dificultad ajustada a sus habilidades.
Ya disponible para Xbox One, Playstation 4, Nintendo Switch y Steam.