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Corría el año 2018, cuando para Nintendo Switch llegó un título que iba totalmente enfocado para los amantes de la nostalgia, su nombre: Octopath Traveler II.
Uno de los recuerdos más gratos que tengo con títulos, estilo 8 bits, es definitivamente Final Fantasy: Tactics. Y al ver por vez primera el arte, el gameplay y la historia de Octopath Traveler, sabía que tenía que jugarlo, aunque he de decir que el género RPG por turnos nunca ha sido mi predilecto. Sin embargo, el tema del arte conceptual detrás de todo lo que presentaba Octopath Traveler, me llamaba demasiado la atención.
En la primera entrega, te ponías en los zapatos de un viajero para librar sus luchas y aumentar fortalezas. Podías utilizar a 8 personajes, con habilidades e historias diferentes. Definitivamente disculparán ustedes que sea tan reiterativo, pero los escenarios, el aspecto visual y la música son una cosa fastuosa.
Octopath Traveler II, lleno de nostalgia
Octopath Traveler II vuelve a tomar todos estos maravillosos elementos, que nos llenan otra vez de nostalgia. Además volverás a tener la oportunidad de conocer 8 nuevas historias.
Octopath Traveler 2, como su predecesor, es un producto excelentemente bien desarrollado. Demuestra un profundo aprecio por los JRPG de los 90, sobre todo Final Fantasy 6 (y como les mencionaba, personalmente para mi, el Final Fantasy Tactics). Extrae su esencia para recrear lo que hizo que los fanáticos se enamoraran de estos juegos en primer lugar.
El arte de la nostalgia que se muestra aquí es realmente una cosa hermosa. Más que la mayoría de los tributos de pixel art de hoy en día, Octopath Traveler II reconoce que los JRPG’s del Super Nintendo de Square Enix fueron producciones AAA en su día. Por lo que los renacimientos retro simples no logran capturar esa grandeza. Por el contrario, los dioramas 3D con textura de píxeles de Octopath evocan la era de los 16 bits y ofrecen un festín para los ojos modernos. Los escenarios se convierten en libros ilustrados, con bordes suavizados como recuerdos nostálgicos, salpicados de cálidas manchas de luces y chimeneas. Todo en conjunto se complementa con melodías inquietantes e himnos de batalla. Que podrían haber aparecido en cualquier juego de Final Fantasy, si hubieran decidido realizar este juego para SNES.
Octopath Traveler II. La exploración es básica
Octopath Traveler II tiene muchísimo más para explorar, gracias a la adición de vías fluviales. Estas las puedes atravesar en pequeños botes para buscar tesoros escondidos y caminos alternos. Por otro lado, el combate es una mezcla de batallas por turnos a la antigua. Desde la forma en que los personajes se arremolinan con relámpagos antes de desatar ataques, hasta el efecto de sonido de cristales rotos cuando rompes la guardia de un enemigo, como si estuvieras recompensando a un enemigo por algún acto de vandalismo.
Esa mecánica de descanso, junto con los ‘Puntos de batalla’ (BP) que tus combatientes acumulan con el tiempo, también aseguran un nivel de juego táctico. Para reducir los escudos de tus oponentes y obtener grandes golpes, debes descubrir y luego enfocar sus debilidades con el uso de armas o magia. Esto disminuirá su contador de guardia con cada golpe hasta que los aplastes, dejándolos aturdidos y vulnerables por un turno. Tus suministros de BP se pueden usar para desatar múltiples ataques estándar o agregar empuje a habilidades especiales. Idealmente, querrás guardarlos hasta que te hayas abierto paso y luego acumularlos con toda su potencia, pero a veces es prudente desplegarlos antes, para romper una guardia rápidamente antes de que tu oponente ataque de nuevo.
Sin embargo, si jugaste el primer Octopath, ya sabes todo esto, porque básicamente todo se recicla. Sí, hay un par de nuevas adiciones al sistema. Los ‘poderes latentes’ se acumulan a medida que los personajes reciben daño hasta que pueden ejecutar una habilidad única (ganar un turno adicional o llenar instantáneamente su suministro de BP), mientras que otras habilidades permiten a un personaje agregar las habilidades de otro a su repertorio, ofreciendo un poco más de flexibilidad de grupo. Pero tampoco alteran drásticamente el gameplay.
Las historias son lo más relevante
La presión recae sobre las historias en sí mismas para que sean convincentes, pero solo unas pocas lo son. Sobre todo porque los personajes son una remezcla del elenco del primer juego. Esto porque ocupan la misma gama de profesiones: un guerrero, un comerciante, un clérigo, etc. y en muchos casos navegas en escenarios similares. Algunos tienen causas en las que es fácil invertir, como la ladrona, Throné. Ella lucha por su libertad de la esclavitud de toda una vida en una banda criminal, o personalidades convincentes, como la exuberante cazadora de Ochette. Pero algunos otros son difíciles de cuidar o en realidad bastante irritantes, especialmente Partitio, el comerciante. Desafortunadamente, si quieres ver los desenlaces de tus historias favoritas, también tendrás que completar todas las demás; de lo contrario, nunca subirás de nivel lo suficiente como para sobrevivir a episodios posteriores que son más complicados.
Para progresar en las ciudades, debes usar las ‘acciones de ruta’ únicas de los personajes, que les permiten interactuar con los NPC de varias maneras. Y en esta ocasión, cada personaje tiene dos en lugar de uno, lo que supuestamente duplica las opciones a tu disposición. Sin embargo, las nuevas acciones son todas variaciones de temas antiguos: adquirir elementos, recopilar información, convencer al NPC para que lo sigas y lo dejes inconsciente. Esto implica simplemente caminar hacia un objetivo designado y presionar un botón.
Sin embargo, quizás el mayor peso alrededor del juego es que es obstinadamente tradicional en la narración de sus historias, y parece carecer de conciencia sobre cómo ha evolucionado el diseño narrativo junto con los sistemas de batalla y los estilos visuales en los últimos 30 años. Si bien el atractivo de los JRPG de los 90 era sinónimo de asombro infantil, con el tiempo esos ojos se han vuelto más perspicaces y escépticos, pero la ficción aquí nunca va más allá de los trillados cuentos de moralidad y la confección de fantasía mestiza.
Conclusión
En el lado positivo de Ocotpath Traveler 2, puedes alternar entre historias más claras y más oscuras según tú decisión, pero los temas potencialmente pesados, como la esclavitud y la prostitución, se intercalan entre, por ejemplo, la búsqueda del estrellato de Agnea, la bailarina, y cualquier ambigüedad moral queda en el camino. Cada capítulo concluye perfectamente antes del siguiente. Aunque nos hubiese gustado más que varios temas fueran tratados todavía con más seriedad. Sin embargo, esto es una limitante para que los amantes de los juegos clásicos de Final Fantasy, vuelvan a añorar esas épocas y queden bien satisfechos con el glorioso arte de la saga de Octopath Traveler.
Este juego fue reseñado en un Nintendo Switch, gracias a una copia ditgital otorgada por Square Enix.
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