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La primera escala de mi viaje es Japón, hogar de la histórica y respetada compañía FUJIFILM. Japón es el primer lugar que se nos viene a la mente cuando pensamos en tecnología, videojuegos o robots. Las calles de Tokio, llenas de luces neón son escenarios en donde hasta el más mínimo detalle sorprende. Pero Japón no es solo eso; en mi viaje me adentraré también en zonas rurales donde la naturaleza domina por completo. Estoy bien acompañado, con un colega que promete adaptarse a cualquier condición. Se trata del Fujinon XF 150-600mm f/5.6-8 R LM OIS WR, un nombre largo, seguido de apellidos que presumen un potente motor de estabilización y resistencia a las inclemencias climáticas -y vaya que la necesitaré-.
Llevo ya tres semanas recorriendo el país con mi eterna compañera de viaje, una FUJIFILM X-T4.
Tamaño, peso y diseño
A primera vista, el XF 150-600mm podría parecer otro clásico súperteleobjetivo; pesado y estorboso, sin embargo, tremenda sorpresa me he llevado al llevarlo montado en la cámara sin siquiera sentir la diferencia de peso comparado con otros objetivos de tan solo la mitad o la 1/4 parte de su rango focal. FUJIFILM ha hecho un excelente trabajo de ingeniería combinando elementos y materiales livianos para lograr un peso de tan solo 1.6 kg en un lente con un rango focal tan potente. Para darles una idea, la oferta de superteleobjetivos de algunos competidores oscila entre los 3kg y los 4.5kg, y al estar viajando, cualquier ahorro en peso se agradece.
Ya entrados en materia…
Los 150 mm a 600 mm de este poderoso lente nos permiten adentrarnos de lleno en la fotografía de vida silvestre. Misma que encuentro fascinante y no había podido explotar de lleno con lentes con rangos focales menores. Este lente permite jugar con la composición y la narrativa visual de una forma difícil de conseguir con otros lentes.

En mi caso lo utilicé para observar y fotografiar aves y realizar un par de tiros a la cumbre del monte Fuji, a 62 km del lugar donde yo me encontraba cómodamente sentado.



Estabilización
Este aspecto es, sin duda, el que más he valorado y disfrutado. La estabilización de este lente es impresionante y la nitidez de la cumbre del monte Fuji no me dejará mentir. Podemos olvidarnos del hecho de que mientras mayor sea nuestro rango focal, mas complicado será mantenerlo estable; el Fujinon 150-600mm rompe por completo esta teoría y me ha dejado con la boca abierta. Tan pronto oprimo el botón de enfoque, es como si mágicamente todo dejara de moverse, de verdEste aspecto es, sin duda, el que más he valorado y disfrutado. La estabilización de este lente es impresionante y la nitidez de la cumbre del monte Fuji no me dejará mentir. Podemos olvidarnos del hecho de que mientras mayor sea nuestro rango focal, mas complicado será mantenerlo estable; el Fujinon 150-600mm rompe por completo esta teoría y me ha dejado con la boca abierta. Tan pronto oprimo el botón de enfoque, es como si mágicamente todo dejara de moverse, de verdad es impresionante, ¡gracias Fuji!ad es impresionante, ¡gracias Fuji!

Autoenfoque
El enfoque automático, alimentado por motores lineales, es uno de los puntos más fuertes de este lente. El seguimiento de sujetos es rápido y preciso y lo he comprobado dando seguimiento al vuelo de aves y un par de aviones; en ambos casos en 600mm.
Calidad de imagen
La calidad óptica del XF 150-600mm es, simplemente, maravillosa. Podemos gozar de una nitidez constante durante todo el rango focal. Hasta ahora no he detectado ningún tipo de aberración o artefacto en las más de 300 imágenes que he tomado con este lente.
El realismo y la fidelidad en lo que a reproducción del color se refiere, es impecable, me ha dejado sin palabras. Aproveché la temporada de Sakura para obtener los distintos tonos rosas que el peculiar cerezo japonés ofrece en contraste con las verdes montañas que rodean Fujinomiya y, puedo decir, que el resultado fue mucho mejor de lo esperado.
“¿Eso es un Fuji?”
Probar el lente en Japón y experimentar de primera mano cómo los japoneses valoran esta histórica marca fue sorprendente. No terminaba de cruzar una calle cuando ya tenía algún japonés fanático de la fotografía haciéndome algún comentario positivo referente al lente y/o la marca; y al ver la combinación con la XT-4, me fue aún mejor.
A un par de sujetos que me inspiraron confianza, les permití echar un par de tiros con mi cámara, para terminar riendo orgulloso por sus reacciones debido a la grata experiencia, recibiendo halagos como “no puedo creer lo rápido que es” o “¿este lente es real? pensé que sería mucho más cansado utilizarlo”.



¿Para quién es este lente?
Si nos vamos a lo “tradicional”, podría decir, por el rango focal, que está pensado solamente para fotógrafos de vida salvaje y deportes, sin embargo, me atrevo a decir que podemos utilizarlo perfectamente para fotografía urbana y retrato lejano; estas imágenes del centro de Tokio y algunos retratos en Fuji no me dejarán mentir.
La próxima parada en este viaje es Kathmandú, capital de Nepal y hogar de ocho ochomiles, entre ellos el Everest, que seguramente, ofrecerá a este Fujinon 150-600mm vistas inolvidables.
¡Nos vemos pronto!