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Han pasado 18 años —sí, ¡leíste bien! — desde que se estrenó el originalísimo Gears of War. Y sin temor a equivocarme, además de haber revolucionado los shooters en tercera persona, me atrevo a decir que desde entonces se convirtió en el mejor del género.
Como bien saben ustedes, amantes de las balaceras, la testosterona pura, la hermandad (sí, ese “bromance” entre Dom y Marcus) y los chorros de sangre, recientemente Gears of War recibió una actualización que no solo refresca la experiencia, sino que también libera a la franquicia de su exclusividad con Xbox. Y no es que eso estuviera mal, pero ahora, al menos el primer Gears of War, puede disfrutarse en PlayStation 5 con la versión Gears of War Reloaded.

Originalmente desarrollado por Epic Games —creadores del motor Unreal Engine y del legendario Unreal Tournament—, el juego siempre mostró claras influencias de aquel universo. La musculatura exagerada de Marcus, Dom, Baird y Cole es maravillosa, sublime y, para muchos, irreal. Pero justo eso es lo que hace único a Gears.

Fue en 2014 cuando The Coalition tomó las riendas del desarrollo. Y aunque han hecho un trabajo sólido, seamos francos: desde que Epic dejó el proyecto, no hemos vuelto a tener un Gears que esté a la altura de la trilogía original.

Dicho esto, entremos de lleno a la reseña.
Gears of War Reloaded. Historia
El mundo está hecho trizas. La raza alienígena conocida como los Locust ha llegado para dominar la Tierra, y la esperanza recae en un pequeño grupo de soldados que trabajan para la Coalición de Gobiernos Ordenados, mejor conocidos como los “Gears”.
Estos tipos no tienen la mejor reputación: hacen las cosas a su manera, los civiles les temen, pero cumplen con su propósito de eliminar a cualquier Locust que se les cruce, sin importar su tamaño.
Los Gears están al borde de la extinción, pero solo un hombre puede revertir la situación: el mismísimo Marcus Fenix, encarcelado por desobedecer órdenes directas mientras intentaba rescatar a su padre, Adam Fenix.

Gracias a su mejor amigo —qué digo mejor amigo, su hermano— Dominic Santiago, Marcus regresa al campo de batalla como uno de los soldados más temerarios de todos.

Gears of War Reloaded. Jugabilidad
Me encantan los juegos donde la jugabilidad es directa y sin complicaciones. Ya lo mencioné en otra reseña, específicamente en la de Doom: The Dark Ages: este tipo de títulos no necesitan más que tu habilidad para correr, disparar y sobrevivir.


En Gears of War Reloaded son muy pocas las armas las que tienes en tu arsenal, no necesitas mejorarlas, ni tienes árbol de habilidades, no, aquí es así, como va, directo a la guerra y sin escalas y honestamente, eso se agradece. Literalmente, el juego empieza con balaceras y termina con balaceras, no hay más.
Tuve la fortuna d jugar este juego en una consola PlayStation 5, gracias a un código otorgado por Xbox México y la experiencia fue única. El DualSense le da un sabor diferente al momento de utilizar tu arsenal.


Gráficas
No cabe duda de que The Coalition sabe cómo aplicar ese “baño de pintura” del Unreal Engine a los juegos de Gears of War. En Reloaded, los entornos lucen más detallados, las texturas tienen mayor profundidad y la iluminación dinámica aporta una atmósfera más cinematográfica.

Los modelos de personajes fueron retocados con cariño, manteniendo esa estética exagerada que tanto nos gusta, pero con un nivel de realismo que se agradece en esta generación. Las animaciones son fluidas, los efectos de partículas durante los tiroteos son brutales, y los escenarios —desde túneles oscuros hasta ruinas devastadas— se sienten más vivos que nunca.

Soundtrack
La música en Gears of War Reloaded sigue siendo ese acompañamiento épico que eleva cada enfrentamiento. El score original de Kevin Riepl regresa con arreglos más robustos, mezclando cuerdas tensas, percusiones agresivas y coros sombríos que te meten de lleno en la desesperación del campo de batalla.
Los efectos de sonido también fueron pulidos: el rugido de los Locust, el crujir de las armas, el estruendo de las explosiones… todo está diseñado para que sientas cada momento como si estuvieras ahí. Y sí, el clásico sonido del Lancer al activar la motosierra sigue siendo una delicia auditiva.
Conclusión
Gears of War Reloaded no intenta reinventar la rueda, y eso es justo lo que lo hace tan disfrutable. Es una carta de amor al shooter en tercera persona, una celebración de lo que hizo grande a la franquicia, y una oportunidad para que nuevos jugadores descubran por qué Marcus Fenix es leyenda.
¿Es perfecto? No. ¿Es necesario? Absolutamente. Porque a veces, lo único que necesitas es correr, disparar y sobrevivir. Y Gears lo sigue haciendo mejor que nadie.