Reza el dicho popular que “Madre solo hay una”, pero si tienes algún conocimiento de ensamble o gaming, sabrás lo importante que es reconocer a esa figura que mantiene la unión, que hace que las cosas funcionen y que ocupa un lugar protagónico en el corazón (de nuestras computadoras): la tarjeta madre.
Estas placas, diseñadas para permitir la interconexión física y el montaje de los componentes del sistema, pueden encontrarse en distintas marcas, tamaños y capacidades. Y, para celebrarlas en su día, te compartimos a continuación algunos datos básicos para conocerlas mejor.
- No todas son iguales: como las mamás, las placas base también existen en diferentes formas y tamaños. El form factor más común es ATX, un diseño estándar que funciona con prácticamente cualquier gabinete en el mercado, sin embargo, hay escalas definidas para ensambles más pequeños (como Mini-ITX o microATX).
En el caso de los componentes AMD, el socket AM4 es el más reciente, compatible con todos los productos con arquitectura Zen, mientras que los sockets FM están diseñados para procesadores con gráficos integrados la serie A. - Siempre están dispuestas a dar más: aunque la mayoría de los ensambles utilizan los mismos componentes, puede optimizarse la capacidad de los sistemas mediante la instalación de productos de mayor rendimiento o con configuraciones específicas.
Para practicar overclock en tu computadora debes buscar equipos que soporten cargas eléctricas demandantes y, por ende, brinden lo mejor del equipo sin que la temperatura del ordenador se salga de control. - Lo que importa es lo de adentro: la placa base, como su nombre lo indica, es el elemento fundamental para montar un ensamble: sirve como puente entre todas las piezas que hacen funcionar el sistema.
Más allá de ranuras y cables, el centro de una motherboard es el chipset, un conjunto de circuitos que gestionan la interconexión entre los componentes y periféricos que enlaza el dispositivo.
El chipset determina la compatibilidad general de la tarjeta, definiéndose a la vez por el microprocesador a integrarse en el ensamble.
Dependiendo de la gama de la tarjeta, algunos de los chipsets compatibles con procesadores AMD son chipsets X570, sTR4, B450 y el reciente B550.
Con esta última incorporación a la familia de chipsets AMD Serie 500, se habilita un nuevo ecosistema para la siguiente generación de placas base compatibles con PCIe® 4.0 para una interoperabilidad optimizada, desbloqueando el doble de ancho de banda que la Serie 400.
Ya sea para labores de productividad, multitarea, producción, gaming o procesos de alto desempeño, ahora que aprecias más que nunca el papel de las tarjetas madre en tu vida diaria, estás listo para festejarlas como se merecen.
