Geekzillo gamer, ¿te gustan los juegos RPG de acción frenética? Flintlock: The Siege of Dawn es el juego perfecto para ti y aquí te presentamos a los dioses a los que tendrás que enfrentarte. Enemigos poderosos y extraños, con diseños únicos que todo fan de los soulslike apreciará. Conoce un poco más de cerca a estas temibles entidades.
Antes del asedio
Antes de que la Entrada del Gran Abismo se abriera abruptamente, los pobladores de Kian veían a las antiguas historias de dioses y magia como nada más que mitos. Una nueva era impulsada por la tecnología de la pólvora acercó a las naciones que antes estaban enfrentadas. Incluso los lugares más conservadores, como Tres Cimas, comenzaron a abandonar las viejas costumbres en busca de las riquezas que tanto el comercio como la tecnología tenían para ofrecer.
La Entrada del Gran Abismo permaneció como el único y sombrío recordatorio del viejo mundo. Hace mucho, mucho tiempo, la ciudad de Alba había sido construida a su alrededor por aquellos que no podían dejar ir a sus muertos. En los tiempos modernos, la Entrada se había convertido en una curiosidad inexplicable, un hito para una ciudad que estaba olvidando su pasado.
El Asedio de Alba
Diez años antes de los eventos del juego, un desastre sin precedentes impactó en Kian; la Entrada se abrió y los propios Inertes marcharon hacia el mundo de los vivos, invadiendo la desprevenida ciudad de Alba. Para cuando lograron comprender lo que había sucedido, la ciudad se había perdido por completo, y los afortunados que lograron escapar de la masacre habían abandonado la ciudad por miles.
Los Inertes amenazaban con invadir el mundo entero. La Coalición se reunió para resistirlos, voluntarios de muchas naciones se reunieron en un ejército improvisado. A un costo tremendo, hicieron retroceder a su enemigo, aunque no lograron hacer mucho más que contener a los Inertes dentro de las murallas de la ciudad. La Entrada del Gran Abismo permaneció abierta, y el Asedio de Alba no había hecho más que empezar.
También te puede interesar: Lleve su colección de videojuegos mientras viaja: estos son los mejores emuladores de PlayStation 3
Diez años después, la tecnología de la pólvora ha avanzado lo suficiente como para convencer a Sama, Teniente General de la Coalición, de que autorice una misión detrás de las líneas enemigas. Sama confía a su unidad de Zapadores la tarea de cerrar la Entrada y poner fin a una década de sufrimiento. Sin embargo, la misión ha pasado por alto un detalle crucial: incluso después de todos estos años, la Coalición sigue en la oscuridad sobre cómo se abrió exactamente la Entrada… y quién la abrió.
Los Zapadores se adentran más en Alba que nadie antes, solo para caer en la guarida de un dios. Cara a cara con una criatura sacada directamente de las páginas de la leyenda, la verdad desciende sobre todos ellos a la vez. No fueron solo los Inertes los que entraron por la Entrada en ese fatídico día hace 10 años, sino también los propios dioses, decididos a reclamar un mundo que los había olvidado.
La interferencia de los Zapadores tiene consecuencias drásticas. Los dioses están ahora verdaderamente sueltos en el mundo, cada uno de ellos con la intención de moldearlo en su propia comprensión de la perfección.
Los dioses se han desatado
Acostumbrados a dominios independientes en el Gran Abismo, los dioses han dividido el mundo de los vivos de la misma manera. Cada dios domina su propia extensión de Kian.
Dukmar
Dukmar controla Wanderer’s Rest (Reposo del Errante), una antigua región que una vez fue la cuna de la civilización de Kian y ahora es el centro del aprendizaje.
Siendo un autoproclamado Dios del Conocimiento, la comprensión del mundo de Dukmar está sesgada por historias épicas que le transmiten las almas del Gran Abismo. Desafortunadamente, los personajes de estas historias tienden a ser conquistadores y tiranos, lo que lo inspira a buscar el mismo tipo de dominio.
Dukmar siempre ha deseado la oportunidad de tener la libertad de causar estragos en las grandes alturas. Es arrogante y ambicioso, y no pierde tiempo en apoderarse de una ciudad entera y tomar a su población como rehén para construir monumentos en su honor.
Rammuha
Rammuha controla las Tres Cimas, aprovechándose de las creencias conservadoras de su gente para gobernar la región sin necesidad de revelarse directamente.
Como la Diosa del Orden, su comprensión del mundo está alimentada por ideas mortales defectuosas de reglas y justicia. Rammuha siempre ha existido a la sombra de dioses más poderosos en el Gran Abismo, lo que la ha convertido en una adversaria astuta e ingeniosa.
Al carecer de fuerza bruta, se ha vuelto experta en manipular a los demás para obtener lo que quiere. Ella sabe exactamente cómo volver la piedad de los Caballeros de las Tres Cimas contra ellos para convertir una orden que una vez fue fiel en su ejército personal.
Inaya
Inaya, la Diosa de la Vida, trabaja incansablemente en su papel de mantener intacto el orden natural del mundo. A diferencia de los otros dioses, ella está dedicada a su deber y no tiene ningún interés en la invasión de lo alto.
De todos los dioses, Inaya comparte una relación más cercana con Enki. Fuera del orden natural, él puede ser lo único que le importa.
Uru
Uru controla Alba, sin dejar nunca que la Entrada del Gran Abismo se pierda de vista.
Además, Uru el Devastador es el más poderoso de los dioses, encargado del control de la Entrada del entre la vida y la muerte misma.
Todos los demás dioses, incluso Enki, temen el poder de Uru. La única fuerza capaz de detenerlo es la Entrada misma, de la que no puede alejarse.
También te puede interesar: 5 juegos indie imperdibles disponibles en PlayStation
Y tú, geekzillo, ¿qué opinas de los dioses de Flintlock: The Siege of Dawn? No olvides que puedes compartirnos tus opiniones en los comentarios.
Por último, puedes seguir la pista de esta y más noticias en T3 Latam, TechRadar México. Además de nuestros podcasts con Oye 89.7: Top Tech y Top Gaming en Spotify.
