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Estamos ante un nuevo hecho histórico por varios factores. El primero y el que más llama la atención, es que Estados Unidos vuelve a estar en la Luna después de 51 años de haber abandonado la misiones a nuestro satélite con el programa Apollo. Sí, la última vez que Estados Unidos estuvo en la Luna fue en diciembre de 1972 con la misión Apollo 17.
En segundo lugar, ésta no se trata de una misión cualquiera, estamos ante la primera iniciativa desarrollada e impulsada en su totalidad por una empresa aeroespacial privada, la cual lleva por nombre Intuitive Machines.
La primera misión privada a la Luna
Tras un lanzamiento exitoso el pasado 15 de febrero de 2024, a bordo de un cohete Falcon-9 de SpaceX, y después de haber pasado 8 días en el espacio, el módulo de alunizaje robótico Nova-C ‘Odysseus’, fabricado por Intuitive Machines, llegó a la Luna el 22 de febrero para así dar inicio de forma oficial a un nuevo capítulo de exploración lunar por parte de Estados Unidos.
Odysseus es un cilindro hexagonal de seis patas que transporta una gran cantidad de equipo científico y de investigación. Esta misión forma parte del programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA, con la que se busca recopilar datos de la Luna de cara al inicio de la misión Artemis, con la que la NASA quiere llevar seres humanos de nueva cuenta a nuestro satélite en 2025/2026.
El objetivo de la misión Odysseus es explorar el polo sur de la Luna debido a que se detectó la presencia de hielo oculto en los cráteres. Además, se busca instalar los primeros reflectores láser que ayudarían a que otras naves puedan realizar alunizajes con mayor precisión, así como proporcionar datos de geolocalización para los futuros astronautas e incluso misiones lanzadas desde la Luna.
La mala noticia: el módulo se cayó durante su llegada a la Luna
Lamentablemente no todo son buenas noticias. Después de que se confirmara la llegada de Odysseus a la Luna, y tras varias horas de estrés por no tener comunicación con el módulo, Intuitive Machines ha salido a confirmar que la nave de volcó tras alunizar y no está transmitiendo información como se esperaba.
Se trata de pequeño bache en el camino que al parecer no afectará la misión, aunque habrá que esperar unos días más para que se confirme cuál será el plan de contingencia.
Según explicó Steve Altemus, CEO y fundador de Intuitive Machines, tras el alunizaje, el módulo no producía la energía esperada por medio de sus paneles solares, y los niveles de los tanques de propulsión mostraban información confusa. Con esto se determinó que Odysseus se había caído de lado tras tocar la superficie lunar.
De acuerdo con las primeras investigaciones, mientras se efectuaban las maniobras de alunizaje, Odysseus volaba de forma autónoma a una velocidad de aproximadamente 9.6 km/h; al hacer contacto con la superficie una de las patas parece haberse hundido, no se sabe si cayó en un cráter o chocó contra un obstáculo, pero esto provocó que la nave cayera de lado y ahora esté en posición horizontal.
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La buena noticia es que la nave parece estar en buen estado, las baterías están completamente cargadas y los instrumentos están operativos enviando información. El inconveniente parece ser que el enlace con la señal de comunicación es débil, por lo que se han tenido que apoyar de una estación en Reino Unido porque las señales de radio no funcionan como se esperaban.
Otro detalle es que por el momento se desconoce si los paneles solares están funcionado de forma correcta, algo que sabremos en aproximadamente 10 días, cuando la luz del sol llegue a la zona donde se encuentra Odysseus.
Una serie de fracasos que siguen frenando la exploración lunar
Desde el inicio, Odysseus se volvió una misión complicada, ya que hubo corte de comunicaciones durante 13 minutos durante el alunizaje. Además, el sistema de navegación sufrió una avería durante el viaje a la Luna, por lo que la idea de probar el nuevo sistema de navegación por láser al final no fue posible. Esto hizo que se tuvieran que apoyar en el viejo (y confiable) sistema de la NASA de Detección Precisa de la Velocidad y el Alcance (NDL), que formaba parte de los instrumentos del módulo lunar.
Esto es apenas un pequeño ejemplo de lo difícil que se ha vuelto llegar a la Luna desde las misiones Apollo. Y para esto sólo basta dar un repaso al pasado: el más reciente, la misión ‘Peregrine’ de United Launch Alliance, que terminó explotando en la atmosfera.
A este le siguen la misión ‘Hakuto-R’ de la startup japonesa ispace el pasado abril, que perdió el contacto poco antes de tocar la Luna. O el módulo de aterrizaje ‘Beresheet’ de Israel que se estrelló en 2019. La misión japonesa ‘Smart Lander for Investigating Moon’ (SLIM) que tuvo problemas tras aterrizar de nariz el mes pasado, mientras que el pasado otoño, la misión rusa ‘Luna 25’ se estrelló contra la Luna. El único éxito que podamos contar es el de India con la misión ‘Chandrayaan-3’ que logró un alunizaje exitoso el pasado julio de 2023.
Con esto, podemos contar sólo 5 países que han logrado llegar a la Luna: USSR, Estados Unidos, China, India y Japón.