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En la actualidad hay una amplia variedad de videojuegos para todos los gustos y todas las edades. Esto provoca que muchos de ellos pasen desapercibidos para el público, sobre todo si la región es más proclive a jugar otro tipo de juegos. México siendo un país donde la gente principalmente juega FIFA (ahora EA FC), CoD o GTA, juegos de otros géneros pasan fácilmente desapercibidos. Es por lo que hoy queremos hablar un poco de un juego clásico que muchos no conocen (Diablo), pero que vale la pena jugar, aunque este tipo de juegos no sea lo tuyo.
¿Qué es Diablo?
Diablo es una serie de juegos cuyo fundamento básico, a grandes rasgos, es el siguiente: En un principio antes del universo existía una entidad muy buena y una entidad muy mala que se la pasaban agarrándose a zapes hasta que se destruyeron mutuamente. A raíz de esto aparecieron el cielo y el infierno. En el primero vivían los descendientes del ente muy bueno y en el infierno vivían los descendientes del ente muy malo.
Ángeles y demonios siguieron agarrándose a zapes hasta que un demonio (Lilith) y un ángel (Inarius) decidieron crear el mundo llamado Santuario. Aquí era el lugar donde Ángeles y Demonios pudieran vivir en paz.
Como resultado del cruce de ambas especies aparecieron los humanos. Eventualmente el cielo y el infierno se enteraron de esto y empezaron a enfocar la guerra en el control de este nuevo plano por lo que arrastraron a todos los habitantes a su cochinero.
La serie de Diablo vería la luz en el ya lejano 1996. Un juego que sentaría las bases para los juegos de rol de acción, Diablo cuenta la historia de un héroe (o sea tú) que debe pasar por varios niveles y zonas en una catedral llena de demonios para enfrentarse al señor del terror: Diablo. Además, un sistema novedoso para generar calabozos y sortear loot(recompensas) que era muy adictivo en su tiempo. Un juego que rápidamente se hizo de una base de jugadores que, aunque no tan grande como Warcraft, sería suficiente para traer una segunda entrega 4 años después.
Posteriormente en el 2000, después de asegurarnos que el mundo no se acabó y las computadoras no explotaron, llegaría la segunda entrega: Diablo II. Este juego expandiría en buena medida la historia y el mundo en el que se desarrolla la serie, llamado Santuario. En esta historia, debemos de darle caza a los demonios primordiales: Mephisto, Diablo y Baal; manteniendo el mismo modo de juego, por lo que las mazmorras y la forma de combate se mantuvo de manera similar a la primera entrega. Este juego sería el mejor de la saga y aún hoy en día recomiendo ampliamente que lo jueguen si no lo han hecho, esta entrega tenía más clases de personajes, más habilidades y una expansión llamada Diablo II: Lord of Destruction.
Tendrían que pasar 11 años para por fin jugar la siguiente entrega: Diablo III. Un juego que salió del nicho de PC para tener un lanzamiento inicial en Xbox 360, PS3 y PC. Posteriormente saldría para PS4, Xbox One y Nintendo Switch, siguiendo la tradición de sacar el mismo juego 40 veces como Skyrim, GTAV y TLoU. Esta nueva entrega estaría marcada por la polémica de la casa de subastas con dinero real (que después fue removida), pero en general fue un buen juego que añadió nuevos personajes y un modo de juego que era similar a un modo de mundo abierto que te dejaba completar misiones aleatorias.
También contó con una expansión dos años después, llamada Reaper of Souls. Esta tendría que mantener entretenidos a los fans 9 años más antes de ver una nueva entrega.
Diablo IV: Una entrega que buscaba regresar a las raíces de Diablo II.
Lanzado en junio 2023, estrenó su primera expansión en octubre de 2024. El juego recuperaba su atmósfera más sombría y dejaba de lado el aspecto más fantasioso de su predecesor. Lamentablemente, Diablo IV tuvo un lanzamiento, por demás decir, rocoso. Durante su lanzamiento muchos jugadores tuvieron problemas con desconexiones frecuentes y latencia, además del infame error 300202 que no permitía a la gente iniciar sesión en los días tempranos del juego. Eso aunado aproblemas de rendimiento y unos patrones de diseño bastante cuestionables en su interfaz, hicieron que la expectativa del juego se desinflara bastante rápido.
Un año después con la expansión Vessel of Hatred, la mayoría de las cosas ya estarían resueltas. Aunque, hay que decirlo, no todas las peticiones de los jugadores fueron escuchadas. Es innegable la mejoría y el gran salto que ha dado Diablo IV durante este año, dando pasos para convertirse en el juego que debió ser desde un principio.
Diablo IV te deja jugar con seis diferentes clases que básicamente se resumen en lo siguiente:
- Bárbaro: Te estrellas de cabeza contra lo que tengas enfrente, pegas con lo que sea que tengas a la mano, gritas mucho y haces mucho daño cuando giras.
- Druida: Eres el hijo de chico bestia (Teen Titans) con el Avatar (The Last Airbender). Pegas duro, tienes muchos estilos y tu pelaje es suave y sedoso.
- Nigromante: Levantas muertos y piedras con vida para tu no tener que pelear y ensuciarte la túnica.
- Pícaro: Ya sea pegando de lejos o de cerca, tu objetivo es que no se te acerquen, pues te soplan y te mueres.
- Hechicero: Un mago con las opciones de lanzar fuego, hielo o electricidad. Es más entretenido de lo que parece, palabra.
- Spiritborn: Tomas aspectos de los animales para golpear de formas creativas a los enemigos. Si jugaste League of Legends es como jugar con Udyr; si jugaste WoW es como jugar con un Hunter de la era de Vainilla.
¿Que hace a Diablo un juego diferente a los otros ARPG?
Entre las cosas nuevas está el mundo abierto (ahora puedes ir y completar los actos como te venga en gana) y el modo de PVP, además de continuar la historia de la saga principal que es bastante buena. Se mantienen las mazmorras generadas al azar, por lo que cada vez que las visites te encontraras cosas y objetivos diferentes, lo que mantiene el interés y la rejugabilidad de las mismas, aunque puede volverse repetitivo después de las 100 horas o más (como cualquier juego existente). Aun así, el sistema de progresión (Paragón) y los eventos globales dentro de cada servidor también ayudan a mantener el interés alto en el juego.
Apartado Técnico
Gráficamente es un juego que está bien hecho, los modelos de los personajes, los ambientes y los enemigos están bien hechos. Las cinemáticas, como es de esperarse de Blizzard, son impresionantes y cada zona está correctamente ambientada e iluminada. También vale la pena mencionar la música, excelente ambientación y calidad sonora. En este apartado Blizzard nunca decepciona.
Colaboraciones y Eventos
Como parte de la constante tarea de mantener el interés de personas que se distraen si un TikTok dura más de 30 segundos, Diablo realiza eventos de manera frecuente para conseguir recompensas como cosméticos, monturas u otros accesorios relacionados a una cierta época del año o con otras sagas de Blizzard; al momento de escribir esto, está por empezar el evento de Navidad y estamos en un evento de colaboración con Warcraft, por lo que, aunque hayas terminado la historia principal, generalmente hay algo que hacer dentro de Diablo IV.
¿Vale la pena comprarlo?
Diablo IV es un juego caro, más caro que el juego AAA promedi. Por lo que Navidad y fin de año es buena oportunidad para comprarlo con descuento. El juego no es material para GOTY. Pero es bastante bueno y de mi parte puedo decirles que he gastado mucho más dinero en juegos que valen muchísimo menos la pena. Es una historia que vale la pena recorrer y que te dará bastantes horas de entretenimiento, por lo que, aun siendo un jugador casual, es una buena adquisición sobre todo en temporada de ofertas. Si tienes Game Pass vale toda la pena descargarlo y jugarlo.
Diablo IV está disponible en Steam, el launcher de Blizzard (Battle.net), PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series X|S.