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Muchos amantes de las fotografías desearían tener un estudio a su alcance. Sin embargo, siempre se ha pensado que para lograr fotografías impecables y de aspecto profesional es necesario contar con las herramientas más costosas. Pero, la realidad es que todos podemos tener nuestro propio estudio, solo necesitamos algunos elementos y un lugar disponible en nuestra casa.
Canon Mexicana, líder en soluciones integrales de imagen digital, te explica cómo crear tu propio estudio de forma económica y sencilla. También profundizará en algunos fundamentos básicos de la fotografía de estudio, como el uso de modificadores de luz y la importancia del uso del flash. Con el equipo adecuado y algunas habilidades sencillas, podrás crear todo tipo de imágenes asombrosas, desde retratos de gran calidad hasta imágenes de productos.
1. Lista de equipo básico para montar tu estudio de fotografía
Un estudio en casa con una configuración sencilla se puede conformar de una cámara, así como de una o dos unidades Speedlite independientes. Un equipo ideal fotográfico para este alcanzar objetivo es la EOS M50 MARK II, ya que sus funciones convierten a esta innovadora mirrorless en la aliada perfecta. Otro elemento que resulta muy económico y eficaz consiste en utilizar un sencillo paraguas blanco para conseguir una luz favorecedora.
Deberás ser capaz de activar los flashes independientes mediante disparadores inalámbricos, si se cuenta con dos Speedlites compatibles, puedes fijar uno a la zapata para accesorios de la cámara y utilizarlo para disparar el otro. Esto tiene la ventaja añadida de poder controlar la potencia del flash desconectado de la cámara de forma remota. La gran mayoría de las cámaras Canon cuentan con un flash emergente compatible, el cual se puede utilizar para activar y controlar las unidades Speedlite independientes.
2. Escoge un espacio adecuado que pueda adaptarse como estudio
Una habitación con una pared lisa de color blanco o crema resulta ideal para un estudio en casa. Si las paredes no son lisas, se puede colocar una sábana blanca o invertir en un fondo desplegable. A la hora de escoger la habitación que se va a fotografiar, resulta bastante útil que esta cuente con un techo muy alto. De esta forma se podrá elevar la luz para iluminar la cara del sujeto desde una perspectiva cenital, lo que tiende a ser más atractivo. Hay que tener en cuenta que la luz capta parte del color de las superficies en las que rebota, así que si las paredes tienen un color intenso, teñirán la luz que incida sobre el sujeto.
No obstante, no deberías limitarte a un único tipo de habitación. Si se dispone de unas escaleras cuyo diseño resulte fotogénico, se pueden utilizar para capturar fotos de grupo. Además, fotografiar al sujeto desde arriba permitirá obtener retratos atractivos y naturales.
3. Escoge un objetivo para retratos
Los objetivos con diferentes longitudes focales pueden tener un efecto muy marcado en el aspecto del sujeto. Un objetivo gran angular puede exagerar los rasgos faciales de una persona al alargar de forma poco natural la nariz y la frente, especialmente si se utiliza para primeros planos. A veces, las perspectivas exageradas permiten conseguir efectos muy buenos, pero en general las longitudes focales más largas tienden a ser más favorecedoras. Por lo tanto, si se utiliza un objetivo zoom, hay que alejarse y ampliar el zoom hasta el extremo más largo del objetivo. Para obtener una fotografía a nivel de un estudio profesional.
4. Amplía la fuente de luz
Al igual que una simple bombilla, un flash Speedlite es una fuente de luz relativamente pequeña. Por lo tanto, produce una luz con bordes muy acentuados, lo que genera sombras profundas y un contraste llamativo. A menudo, con los retratos, querrás difuminar la luz para que caiga más suavemente sobre el rostro. Para ello se puede utilizar un modificador. Al igual que una ventana grande, un modificador sencillo como un paraguas o una caja de luz ampliarán la fuente de luz, lo que permitirá rodear al sujeto y rellenar suavemente las sombras al estilo de una fotografía de estudio.
5. Ajuste de la exposición y la potencia del flash
El uso de un flash proporcionará una gran libertad sobre la exposición. Se puede configurar para que se sobreponga a la luz ambiente o hacer que funcionen en armonía. Una forma muy sencilla de configurar la exposición del flash consiste en ajustarlo en modo Manual (M) y seleccionar una potencia de salida de ¼, la cual es un buen punto de partida. En cuanto a los ajustes de exposición, funcionará configurar la cámara en modo de exposición Manual y establecer la velocidad de obturación en 1/160 segundos, o seleccionar la máxima velocidad de sincronización del flash.
Hay que establecer el valor ISO en 100 y la abertura en f/8. Realiza un disparo de prueba y, a continuación, ajusta la potencia del flash hasta que la luz sobre la cara parezca correcta. Es posible cambiar la potencia del flash ajustando la salida o acercando y alejando la luz del sujeto.
Ciertamente para realizar una buena fotografía es necesario tener los conocimientos y habilidades que lo permitan. No obstante, nunca están de más los consejos y herramientas de los profesionales.