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La sostenibilidad ocupará un lugar destacado en la agenda de esta semana cuando más de 2500 líderes políticos, empresariales, de la sociedad civil y de los medios se reúnan para la Asamblea Anual del FEMl. A medida que la crisis energética se intensifica, es más urgente que nunca reducir el consumo de energía. Gran parte del enfoque hasta ahora se ha centrado en la descarbonización de la industria pesada en lugar de las telecomunicaciones. ¡Conozcan tres formas en que las empresas de telecomunicaciones pueden acelerar su viaje hacia cero emisiones y reducir el consumo de energía!
Sin embargo, la industria de las telecomunicaciones representa el 3-4% de las emisiones globales de dióxido de carbono, aproximadamente el doble que la aviación, según Boston Consulting Group. El desafío para las empresas de telecomunicaciones es que la solución para la descarbonización en otras industrias suele ser la digitalización, que a su vez crea más datos. La red de acceso por radio (RAN), la parte de la red que conecta los dispositivos individuales con el resto de la red. Ya representa el 75% del consumo de energía de las empresas de telecomunicaciones. A principios de 2022, el Comisario de la FCC, Geoffrey Starks, dijo que la industria podría consumir el 20 % de la energía mundial para 2030, frente al 9 % actual.
Pero la industria ya se está moviendo en la dirección correcta. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) ha establecido para la industria un objetivo de “cero emisiones netas” para 2050. Además, según el Informe de cero emisiones de GSMA, 60 operadores de telefonía móvil (66% de las conexiones móviles) revelan impactos, riesgos y oportunidades climáticos. Aquí hay tres formas en que las empresas de telecomunicaciones pueden acelerar su viaje hacia cero emisiones y reducir el consumo de energía.
1. Migrar a la nube y utilizar energías limpias para alimentar las operaciones.
Cada vez más empresas de telecomunicaciones utilizan la nube, como Vilma en Suecia, Spark y DISH en Nueva Zelanda. Esta migración a la nube no solo simplifica las operaciones, sino que también ayuda a las empresas de telecomunicaciones a reducir el consumo de energía.
Varios estudios realizados por la firma internacional de analistas 451 Research (parte de S&P Global Intelligence) han descubierto que migrar cargas de trabajo locales a la nube de AWS puede reducir su huella de carbono en casi un 80 %. Amazon es actualmente el comprador corporativo de energía renovable más grande del mundo, y una vez que AWS funcione con un 100 % de energía renovable en 2025, el ahorro de CO2 en la carga de trabajo resultante aumentará al 96 %.
La infraestructura en la nube de AWS es 3,6 veces más eficiente energéticamente que el promedio de los centros de datos empresariales encuestados en EE. UU. y cinco veces más eficiente energéticamente que el promedio europeo. Estos son ahorros de energía reales e inmediatos que las empresas de telecomunicaciones pueden obtener simplemente trasladando sus cargas de trabajo a la nube.
2. Optimizar la construcción de redes para aumentar su resistencia y eficiencia
Al planificar la expansión de la red, las empresas de telecomunicaciones pueden usar análisis espaciales para construir y operar redes de manera más eficiente y mejorar la resiliencia al cambio climático. Teniendo en cuenta el cambio climático, se puede crear una red más resistente, lo que reduce la probabilidad de tener que reemplazar equipos dañados. Por ejemplo, AT&T trabaja con el Laboratorio Nacional Argonne del Departamento de Energía de EE. UU. Desarrollo de una herramienta de análisis de cambio climático (CCAT) para predecir inundaciones y vientos durante los próximos 30 años en el sureste de los Estados Unidos. En Asia, LGUplus utiliza la nube como red de respaldo para continuar brindando comunicaciones en caso de desastres naturales que afecten los equipos de la red.
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3. Transformar las operaciones para que sean dinámicas y eliminar el uso excesivo de energía
Finalmente, las empresas de telecomunicaciones pueden reducir el consumo de energía al operar sus redes de manera más dinámica. El mayor consumo de energía ocurre en la porción RAN de la red celular empresarial. Donde los mástiles celulares brindan acceso a los teléfonos celulares personales. En las redes tradicionales, estos dispositivos funcionan a plena capacidad incluso cuando no hay demanda de los clientes. El uso de técnicas de inteligencia artificial y aprendizaje automático puede ayudar a los operadores a evaluar mejor las necesidades de los usuarios finales y medir el rendimiento.
Existen otras posibilidades, como el Internet de las Cosas (IoT) o las mejoras en la química del almacenamiento de energía. Combinadas con estos tres enfoques, las empresas de telecomunicaciones pueden tener un impacto significativo para alcanzar los objetivos de reducción del consumo de energía. Y con la actual coyuntura económica, no hay mejor momento para dar prioridad a estas iniciativas.
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