La cuarentena extendida por el COVID–19, ha provocado un incremento en la oferta digital, lo que ha llevado a los usuarios a comprar y/o contratar servicios en línea para hacer más llevadera su estancia en casa.
Sin embargo, esto también puede traer consigo un problema en sus finanzas personales provocado por los gastos hormiga digitales, es decir, esos “pequeños” desembolsos de la vida diaria moderna que destinamos a ciertos servicios, gustos y necesidades.
De acuerdo con datos de la Condusef, este tipo de gastos pueden sumar hasta 765 pesos cada mes –es decir alrededor de 9180 pesos al término del año–, sin embargo en momentos como este, donde las compras online experimentan un incremento, derivado al cierre de las tiendas físicas; esta cifra puede ser superior.
Para tener un mejor control de ellos, los expertos de albo, el aliado financiero digital que te permite tener libertad sobre tus finanzas, de manera fácil y segura, comparten estos sencillos consejos para no perjudicar a nuestro bolsillo durante esta cuarentena:
Suscripciones streaming
Videos, películas, música, documentales y otros contenidos en streaming (over-the-top) están haciendo más llevadera la sana distancia, sin embargo, también pueden provocar que se pierda la noción de su costo y uso. Para evitarlo, es recomendable revisar qué plataformas realmente son las que se están usando, de cuáles consumimos mayor contenido y darse de baja de las que no se utilizan frecuentemente. A ello se puede agregar el sacar mayor provecho de aquellos servicios que cuenten con paquetes de menor costo para familiares, descuentos (como a los estudiantes) y las que ofrecen contenido gratuito.
Súper inteligente
En estos días, lo mejor es adquirir sólo lo necesario para la semana o quincena, organizar bien la despensa, tomando en cuenta productos sanos que puedan contribuir a la salud ante los largos periodos de inactividad o poca movilidad por los que estamos pasando. Finalmente hay que evitar a toda costa caer en compras de pánico que no sólo son innecesarias, sino que merman los ingresos y limitan la disponibilidad de los productos para el resto de las personas.
Apps de pedidos y envíos
Sin duda, estas soluciones de entrega rápida se han convertido en herramientas digitales aliadas, prácticamente indispensables, por lo que una recomendación durante esta temporada es usarlas sólo para necesidades y pedidos urgentes; ejemplo de ello es que son ideales para hacer el súper de manera remota, organizada y práctica, sin embargo, es importante no excederse en los pedidos de producto, pues esto puede impactar a nuestros bolsillos si no las administramos adecuadamente. El reto es lograr un equilibrio, con la finalidad de asegurar el bienestar de la economía personal.
Control del presupuesto
Parte del problema de origen con los gastos hormiga es que la mayoría de las veces no se lleva un control del gasto que implican, precisamente porque se cree que son “pequeños” detalles sin importancia. No obstante, la cuarentena también es un buen momento para separar el dinero de manera inteligente y tener una mejor organización financiera, para ello es posible utilizar herramientas como “Espacios”, que permiten organizar y separar el presupuesto que percibimos cada semana o quincena.
Knowledge gratuito
Finalmente, para optimizar nuestro conocimiento sobre el cuidado de las finanzas personales, esta temporada existe una gran oferta de cursos gratuitos online por parte de instituciones, empresas y asociaciones. Basta googlear para encontrar opciones como webinars, videotutoriales en YouTube o bien, talleres gratuitos. Un ejemplo de ello en México es el “Fintech Remote Summit. El mundo que nos espera tras la pandemia actual”, evento virtual con expertos del sector con conferencias y salas de chat sobre finanzas, fintech e inversión.
Con estos sencillos tips, esas “pequeñas” pero regulares fugas de dinero que representan los gastos hormiga digitales en la economía de millones de personas, pueden contribuir a las finanzas personales de los usuarios y por qué no, quizá volvamos a la normalidad con un “guardadito” en el bolsillo.
