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La empresa responsable de la Red Compartida en México, Altán Redes, está nuevamente en el ojo del huracán. La compañía entra, nuevamente, a concurso mercantil debido a cambios de último momento en el acuerdo previamente alcanzado con sus acreedores.
Esta decisión, tomada por los jueces, surge tras una apelación presentada por empresas como Nokia y Operbes, quienes señalaron que Altán había alterado las versiones del acuerdo originalmente presentadas.
¿Por qué Altán está en Concurso Mercantil (otra vez)?
En noviembre de 2021, Altán Redes se vio obligada a declararse en concurso mercantil debido a una fuerte disminución en sus ingresos. Lo anterior se atribuye principalmente a retrasos en la firma de contratos y lanzamientos de ofertas en el mercado, causados por la pandemia.
La deuda total de Altán ascendía, en aquél entonces, a más de 30 mil millones de pesos, distribuida entre diversos tipos de acreedores. Uno de los principales puntos de discordia radica en los cambios efectuados en la redacción del acuerdo presentado a dichos acreedores.
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Mientras que en la primera versión del documento se especificaban las obligaciones de pago de Altán con todas las compañías. En la versión final, entregada a las autoridades mercantiles, la claridad sobre las obligaciones con los acreedores no prioritarios, incluyendo a Nokia y Operbes, no quedó del todo claro.
El respaldo financiero del gobierno mexicano hacia Altán Redes se ha considerado crucial para la empresa, especialmente en su misión de cerrar la brecha digital en el país. Sin embargo, a pesar de contar con inversiones millonarias y el apoyo de entidades como CFE Telecom, encargada de la conectividad, Altán aún enfrenta desafíos para avanzar significativamente en su proyecto de conectividad.
Decenas de OMVs y la red 5G en riesgo
Aunque la resolución de los magistrados puede ser impugnada, Altán Redes tiene un plazo de quince días para hacerlo. De no ejercer esta opción, la resolución se considerará válida. Expertos resaltan la necesidad de una mayor transparencia en el proceso y subrayan que lo ocurrido con Altán es atípico en este contexto.
Lo complicado es que Altán es la responsable de que una gran cantidad de OMVs (Operadores Móviles Virtuales) puedan ofrecer sus servicios, es decir, estaríamos ante un impacto significativo de la conectividad en México. En caso de que esto continúe, lo siguiente sería la bancarrota para Altán y el adiós a los OMVs. Esto sin mencionar la cancelación definitiva del esperado despliegue de su red 5G.
¿Qué sigue para Altán Redes?
Hay que recordar que en México el acceso a internet es fundamental para el desarrollo económico y social, es crucial que se encuentren soluciones para garantizar la viabilidad de proyectos como la Red Compartida. El gobierno, las empresas y la sociedad en su conjunto deben trabajar juntos para superar los desafíos y asegurar que todos los mexicanos tengan acceso a una conectividad de calidad.
El caso de Altán Redes nos expone los desafíos que enfrenta la conectividad en México, pero también abre la puerta a nuevas oportunidades. Es fundamental que las empresas y el gobierno trabajen juntos para superar los obstáculos y garantizar un acceso equitativo a internet en todo el país. Un tema complicado que surge en plena época electoral.