Yo soy Betty, la fea” llegó a Netflix. Es hecho que 20 años después sigue siendo una historia que cautiva a todo el mundo.
Es una gran historia
Beatriz Pinzón Solano llega a pedir trabajo como secretaria a una empresa de modas, ya que todos sus estudios y posgrados en finanzas y economía no son suficientes para poder ser contratada como ejecutiva por una sencilla razón: porque es fea.
A lo largo de esta historia, vemos como Betty lucha por destacar, por demostrar que el físico no importa. Se sale de los típicos parámetros de las telenovelas latinoamericanas, donde siempre podemos ver a una joven ya sea pobre y/o huérfana que más adelante recibe una millonaria herencia y/o se casa con un hombre rico y viven felices para siempre. En “Yo soy Betty, la Fea” vemos a una chica trabajadora e inteligente que luego logra ser presidente de la compañía por sus propios méritos.
Sin embargo, esta producción nos demuestra que todavía seguimos en una sociedad machista y que la mujer tiene todavía mucho camino por recorrer, demostrar que la felicidad y el éxito de una mujer va más allá de casarse y ser madre. Es lograr ser una gran ejecutiva, tener un puesto importante en el gobierno, poder viajar sola sin preocuparse de ser violada o incluso asesinada.
Además de romper con todos esos estereotipos, Beatriz es una mujer real, como muchas en el mundo, con defectos, virtudes, de todos los tamaños, formas, nacionalidades y profesiones. Cualquiera se puede sentir identificada con ella, porque genera una conexión humana, y por ende logra ser empática con su espectador.
Sentido del humor
Es una producción que cuenta con un gran sentido del humor, donde vives muchas emociones, desde la risa hasta el llanto, pero es una historia que llega al corazón de todos. Por algo es la telenovela con más versiones en el mundo: alrededor de 40 países han realizado su propia interpretación de la vida de Beatriz Pinzón Solano.
Finalmente, te hace reflexionar sobre el tipo de sociedad en la que vivimos, una que todavía se rige por la superficialidad y el qué dirán. Además, esta creación de Gaitán marcó un hito muy importante en la historia de la televisión, donde demuestra que puedes lograr un rating igual de bueno o más con una protagonista fea y una historia poco convencional.
Su estreno fue en 1999. Es una telenovela colombiana, cuyo guion fue escrito por Fernando Gaitán, quien recientemente falleció. En homenaje al guionista, esta producción se transmitió nuevamente en el país cafetero, volviendo a ser el #1 en rating.
Colaboración de Fiorella Madrid