Los asistentes virtuales son mucho más que una herramienta práctica: son aplicaciones muy reales de inteligencia artificial que son cada vez más integrales en nuestra vida diaria. Las diferentes opciones que se encuentran disponibles para los consumidores se basan en la generación y el procesamiento del lenguaje natural y el aprendizaje automático, que son formas muy específicas de inteligencia artificial, para operar de manera efectiva y funcionar mejor con el tiempo.
Seguramente te has preguntado ¿cómo hacen Google, Alexa o Siri para entender lo que les dices y ejecutar la orden de manera precisa, sobre todo cuando el comando de voz no es siempre el mismo?
¿Cómo aprende un asistente virtual? El truco se encuentra en el aprendizaje automático también conocido como machine learning. Así es como se hace:
El proceso de escribir y hablar que los humanos damos por sentado fue un desafío para que los científicos en informática y los programadores lo desentrañaran y lo replicaran. La creciente sofisticación del procesamiento del lenguaje natural y la generación del lenguaje natural, que son ramificaciones de la inteligencia artificial, toman datos, los procesan y crean un lenguaje natural que suena como si un humano realmente lo estuviera hablando o escribiendo.
El procesamiento del lenguaje natural es la capacidad de una máquina para “leer” o “comprender” el contenido producido por humanos ya sea un contenido hablado o escrito. La generación de lenguaje natural se refiere a la capacidad de una máquina para crear contenido en lenguaje escrito o hablado para que los humanos puedan entenderlo.
El aprendizaje automático es la clave central del aprendizaje de los asistentes virtuales, ya que es la aplicación de inteligencia artificial que le da acceso a las máquinas a los datos y de los que después pueden aprender de ellos en lugar de necesitar o esperar a que los humanos programen qué deben pensar y hacer con los datos.
Cada vez que Alexa, Google o Siri cometen un error al responder a la solicitud de un usuario, la máquina utiliza los datos que recibe en función de cómo respondió a la consulta original para mejorar la próxima vez. Si se cometió un error, toma esos datos y aprende de ellos. Si la respuesta fue favorable, el sistema también lo nota.
Los datos y el aprendizaje automático son responsables del crecimiento explosivo de los asistentes de voz digitales. Continúan mejorando con más experiencias que tienen y los datos que acumulan.
Amazon y Alexa
Comencemos hablando de Alexa, el nombre del asistente de Amazon. Siendo el gigante de las ventas por Internet, no es de extrañar decir que Alexa es la asistente que mejor se integra con Amazon. Esto significa que todos los dispositivos Fire TV, así como los focos inteligentes o incluso los hornos microondas tienen acceso directo a las cuentas de Amazon y Amazon Prime.
Algo que vale la pena señalar es que todos los dispositivos de Amazon tienen procesadores MediaTek. El fabricante taiwanés de SoC es popular en dispositivos inteligentes, como televisores, parlantes y teléfonos, gracias a su bajo costo y alto rendimiento.
De acuerdo con MediaTek, el contar con el procesador integrado en el dispositivo ayuda a que el aprendizaje se de en forma mucho más fluida ya que la interacción con la nube se reduce a las tareas básicas mientras que la carga de procesamiento de datos se realiza en el dispositivo mismo.
MediaTek cuenta en el caso de Alexa y de algunos televisores inteligentes con una plataforma IA que se basa en NeuroPilot, un ecosistema de inteligencia artificial que permite a los desarrolladores aprovechar sus capacidades de cómputo tales como CPUs, GPUs y APUs (Unidades de Procesamiento de Inteligencia Artificial).
Un punto a favor de Alexa es su compatibilidad, ya que cuenta con más de 20 mil dispositivos disponibles.
Asistente de Google
Ahora continuamos con el segundo asistente más popular: Google Assistant o Google Assistant, el inglés. De entrada, su mayor fortaleza es que sin duda es la que más integración tiene con todos los servicios de Google. Esto significa no solo Android, sino también dispositivos como Chromecast y Google Nest.
El hecho de ser totalmente compatible con Android significa que el asistente vive de manera idéntica en 2 partes, en el teléfono Android y su altavoz inteligente. Su funcionalidad también es la misma en ambos entornos y dispositivos compatibles. Esto, en última instancia, significa que el asistente de Google está al tanto de todos nuestros movimientos en aplicaciones como Google Keep o Google Calendar, y que podemos encender y apagar televisores y Chromecast mediante comandos de voz.
La inteligencia artificial de Google es sin duda una de las mejores, y esto significa que el Asistente de Google responde de forma más orgánica y no depende tanto de la sintaxis.
Una de las ventajas que tiene Google Assistant es que una gran cantidad de smartphones en el mercado que utilizan el sistema operativo Android también corren sobre un procesador MediaTek, en particular la familia Dimensitý y la familia Helio cuentan con una capa de inteligencia artificial que si bien está destinada a administrar tareas como fotografía o biométricos, también ayudan a un mejor desempeño del asistente de Google en el teléfono.
Siri de Apple
Finalmente, Siri, la asistente de Apple, también ha ido ganando fuerza. Siri tiene la misma ventaja de Google, y es que su asistente está integrado de forma nativa no solo en sus altavoces inteligentes, sino también en teléfonos y dispositivos de Apple.
Apple ha diseñado su asistente de la misma forma que diseña sus otros dispositivos, lo que quiere decir que su altavoz tiene una muy buena calidad de audio, así como un diseño que destaca pero que no choca en la casa. Esto, además, sin sacrificar la funcionalidad, ya que su inteligencia artificial es comparable a la de Alexa.
Sin embargo, al ser un entorno más cerrado en comparación con otros asistentes virtuales (Google y Amazon), Siri tampoco tiene mucha compatibilidad o soporte cuando se trata de dispositivos externos. Esto significa que es probable que encuentres casos en los que un foco inteligente sea compatible con Alexa o Google, pero no con Siri.
Sin importar cual sea la elección de tu preferencia, es claro que los programadores están dotando de más y más funcionalidades a estos asistentes virtuales, los cuales se vuelven más intuitivos y con conversaciones más “humanas” con un amplio conocimiento del contexto del lenguaje y las frases que utilizamos para dirigirnos a ellos.
La evolución del aprendizaje automático hará que cada vez estas inteligencias artificiales sean una parte más integrada de nuestro día a día, estrategias como la utilizada por Amazon y MediaTek de dotar a Alexa de un SoC para agilizar su aprendizaje parecen ser la clave para tener asistentes virtuales más útiles y comprensivos.