GeekZilla
Image default
Geekzilla » Reseña. Metal Gear Solid Δ: Snake Eater. Snake, el novato más legendario
GamingGamingReseñas

Reseña. Metal Gear Solid Δ: Snake Eater. Snake, el novato más legendario

Siempre he dicho que Metal Gear Solid y yo tenemos una relación curiosa: me encanta el universo, pero nunca fui un maestro del sigilo. Cuando jugué el primero, aquel duelo contra Revolver Ocelot me hacía sudar frío. No era que yo fuera en plan “one man army” arrasando todo, pero siempre había algo en esa coreografía de esconderse, esperar y atacar que se me complicaba.

Luego llegó Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty y fue como pasar de una buena película a una superproducción hollywoodense. Visualmente me voló la cabeza y me hizo pensar: “Ok, Kojima sabe lo que hace”.

Y entonces aterrizó Metal Gear Solid 3 allá por 2004, con todo el encanto de la jungla, la supervivencia y una historia que te atrapaba. Ahora, casi dos décadas después, Metal Gear Solid Δ: Snake Eater me lleva de regreso… pero con un traje nuevo cortesía del Unreal Engine.

Metal Gear Solid Δ: Snake Eater – Una historia que se vive como primera misión

Nos situamos en 1964, Guerra Fría. Controlamos a Naked Snake antes de ser leyenda, antes de ser Big Boss. Esta es la misión que lo define… o lo destruye. Y lo interesante, para mí, es que aquí vemos a un Snake que comete errores, que no siempre sabe qué hacer. Me recordó mucho a Casino Royale: ese Bond novato que aprende a la mala lo que significa ser el mejor.

Su objetivo inicial —rescatar a un científico y evitar que un tanque nuclear llame al fin del mundo— se enreda en una maraña de traiciones y enfrentamientos con viejos maestros. Lo que hace especial este capítulo es que sientes a un Snake humano, que sangra y falla.

Metal Gear Solid Δ: Snake Eater – Jugabilidad: la prueba definitiva para los “no tan sigilosos”

Yo sigo siendo ese jugador que en algún momento rompe la cobertura y termina corriendo como si el piso fuera de lava. Pero en Delta, el sigilo se siente más inmersivo gracias a los entornos detallados y vivos. Camuflarte ya no es solo cambiar de uniforme: tienes que estudiar tu entorno, aprender el ritmo de los guardias y usar el terreno a tu favor.

El sistema de supervivencia sigue siendo de lo más original que hay: no es solo comer para recuperar vida. Aquí, si te lastimas, tienes que tratar cada herida como corresponde. La jungla no te perdona, y los animales tampoco. Hay momentos en los que estás más pendiente de no morir de hambre o infección que de cumplir tu misión.

Y sí, el CQC ahora responde mucho mejor, pero sigue siendo una danza peligrosa: un paso en falso y es pantalla de “Game Over”.

Visuales que mezclan memoria y presente

El Unreal Engine le da al juego un realismo que en 2004 era impensable: la humedad que ves en las hojas, el reflejo en el agua, la tensión en los músculos de Snake. Aun así, hay detalles que mantienen esa esencia del original: algún movimiento acartonado en las escenas de carga, las ranas Kerotan esperándote en su lugar y la mítica escalera infinita que todavía te roba una sonrisa.

Se siente como cuando te reencuentras con un viejo amigo que ha cambiado de look, pero sigue siendo exactamente la misma persona que recordabas.

Kojima: ausente, pero omnipresente

Kojima no puso las manos en este remake, pero su ADN está en todas partes: desde la forma en que se construye la tensión hasta esas escenas que parecen sacadas de una película. Konami está claramente buscando reconectar con su época dorada, y aunque el camino no es fácil, Delta demuestra que el respeto al original es la mejor carta de presentación.

Veredicto

Para los que jugaron el original, Metal Gear Solid Δ: Snake Eater será pura nostalgia con esteroides. No es perfecto —el sigilo sigue siendo un reto para quienes, como yo, a veces acaban a tiros—, pero su fidelidad y sus mejoras visuales lo convierten en un regreso que vale la pena vivir.

Es un recordatorio de por qué esta saga sigue en la conversación: no solo por su historia, sino por la forma en la que te mete en la piel de un personaje que, antes de ser leyenda, fue simplemente humano.

¡Y por supuesto, que las nuevas generaciones sepan quién es Snake!

Artículos relacionados

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumimos que está de acuerdo al seguir navegando. Aceptar Leer más