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Tranquilos, fanáticos de Fire Force, milagrosamente no se han cumplido 5 años del final de la segunda temporada y va a regresar con la tercera. Si la deidad del Sol te trajo aquí y no sabes de que te estoy hablando, te explico. Imagina que en una licuadora echas algunos conceptos de Bleach, Jujutsu Kaisen y Dark Souls, así como un humor peculiar e increíbles escenas de pelea con mucho fuego y explosiones, bueno, eso es este anime.
Fire Force
En Fire Force, como otros shonen, el protagonista es un chico que se llama Shinra Kusakabe, quien se vuelve parte del escuadrón ocho, un grupo de bomberos que no combaten incendios per se, sino que enfrentan demonios llamados Infernales ¿con qué? Con fuego. Shinra tiene la facultad de moverse muy rápido ya que echa llamas por los pies, pero resulta y resalta, que además de este don peculiar, también es algo similar a un “elegido” que puede llevar al mundo a un cataclismo. Si, lo sé, planteado de esta manera se escucha súper absurdo.
Primer Capítulo
El primer capítulo de esta tercera temporada se llama “Convicción”, que creo es un título muy acertado para el final de este, sin entrar en detalles: la religión, cuando es capaz de convertir hasta a quienes parecen ser de voluntades sólidas, es más un riesgo para la sociedad que un alivio para el alma. Para mi, el punto más importante de este primer episodio es la demostración de que la fe, sin cuestionamientos, es más fanatismo que otra cosa.
La animación no decepciona, los efectos del fuego siguen estando a la altura de lo que se espera y la fluidez de las escenas en ningún momento se ven en la necesidad de bajar la calidad de imagen, a la vez que los frames no decrecen, como ha pasado en otros animes (sí, Boruto, te estoy hablando a ti). Sin embargo, mi gran conflicto con este anime, siempre ha sido la forma en la que se decanta por la sexualización de uno de sus personajes femeninos como recurso cómico, en general y pese a ser fan del anime, esa clase de chistes jamás han sido santos de mi devoción.
Segundo Capítulo
“Cautivo”, el segundo episodio de la tercera temporada abre directamente en donde terminó el primero, presentando una secuencia en la que se desarrolla a través de diálogos la dicotomía que puede existir entre quienes forman parte de los escuadrones, en especial del octavo; existen los que priorizan una vida solitaria y desinteresada y quienes le dan el primer lugar a una vida que su móvil principal es preocuparse por otros. Si bien no es una conversación excesivamente profunda, es interesante ver un encuentro entre dos perspectivas contrarias, que de alguna forma arroja luz sobre las personalidades que componen a nuestro grupo.
La música, así como el rumbo que toma la plática, parece un boceto de lo que uno podría considerar “esperanza”, el sueño de lograr algo más grande que uno mismo que sea en pro de un bien mayor. Preocuparse por otros, conseguir algo mejor de lo que se tiene hoy por hoy.
La estética, principalmente en cuanto a iluminación, es interesante, pasamos de colores vivos, brillantes, a más deslavados que aunque son un espectro amplio, parecieran tener de forma inherente un subtono gris y frío. Es una forma elegante de acompañar el nuevo arco de nuestros personajes.
Tercer Capítulo
El tercer capítulo nos recibe con un título ya de por sí interesante, “Avatar de fuego”, que sí eres fan de Bleach y viste el último arco, “Thousand-Year Blood War”, encontrarás grandes paralelismos entre ambas animaciones. Efectos increíbles, una pelea muy fluida y emocionante, dos fuerzas opuestas encontrándose de frente y la expectativa de quien prevalece.
Lo más emocionante de este capítulo, además de la música de tensión que te acompaña teniendote a la expectativa de lo que sigue, es además un atisbo de poder de parte de los personajes. Con una animación que les hace justicia a lo épico que se ven los poderes, no tienes claro quienes van a prevalecer.
Sentí de repente que algo me quemaba por dentro, que vengan los bomberos que me está quemando esta emoción de que por fin puedan ver la tercera temporada de Fire Force.