Elon Musk y SpaceX han vuelto a hacer historia, pero esta vez la historia no tiene un final feliz. El cohete Starship de SpaceX explotó dramáticamente solo minutos después de su séptima prueba de vuelo, dejando una estela de escombros brillantes y desilusión tanto en el equipo de SpaceX como en los espectadores.
Detalles del incidente
El jueves, el colosal cohete de 120 metros despegó de Starbase, cerca de Boca Chica, Texas. Durante los primeros minutos, todo parecía ir perfectamente bien. Los videos mostraban la impresionante ascensión del Starship, que estaba lleno con 10 satélites de prueba destinados a practicar su lanzamiento. El propulsor del cohete realizó un regreso exitoso y fue capturado entre dos brazos mecánicos gigantes en la plataforma de lanzamiento.
Sin embargo, el entusiasmo rápidamente se convirtió en decepción cuando el equipo de SpaceX perdió contacto con la etapa superior del cohete a menos de ocho minutos y medio del vuelo. La nave espacial se desintegró en el aire, arrojando escombros brillantes sobre el Golfo de México. La pérdida del Starship fue un golpe duro para el equipo de SpaceX y para las multitudes reunidas en el sur de Texas.
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Reacciones y futuro
El anfitrión del livestream de la compañía confirmó lo peor: “En este momento, podemos confirmar que perdimos la nave”. A pesar del incidente, SpaceX continúa con su filosofía de aprendizaje y mejora constante. Elon Musk y su equipo analizarán los datos del vuelo para entender mejor la causa de este “desmontaje rápido no programado” y seguir mejorando el diseño y la fiabilidad del cohete.
Aunque el accidente fue devastador, la captura exitosa del propulsor fue vista como un éxito significativo y un paso adelante en el camino hacia la exploración espacial.
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