Un grupo de jóvenes originarios de Puerto Vallarta, Jalisco, se encuentran desarrollando un videojuego llamado ‘Axol’ que busca concientizar sobre la preservación del ajolote, una de las especies endémicas de México y que actualmente se encuentra en peligro de extinción.
Axol es un videojuego creado por Ra6tZ Studio -conformado por 12 jóvenes y liderado por Narcizo Alejo que empezó a desarrollar el producto a partir de un proyecto escolar, el cual demandaba crear un título que pudiera salir al mercado.
Los jóvenes, estudiantes de la carrera de ingeniería de videojuegos en el Centro Universitario de la Costa, compartieron la idea a través de redes sociales buscando ayuda económica para desarrollar el proyecto y, tras hacerse virales, lanzaron una campaña en Kickstarter para recaudar fondos, meta que lograron el pasado 12 de febrero con 36 mil 152 pesos.
¿De qué trata «Axol»?
El tema principal que aborda el videojuego es la contaminación provocada por los seres humano y los estragos que genera en nuestro entorno. De hecho, los enemigos del juego son corrompidos por esta.
El juego es protagonizado por Axi, un ajolote que lidera al resto de su especie con su carisma y entrega.
Sin embargo, un día los depredadores del lago donde vive, así como los dioses prehispánicos, son corrompidos por la contaminación y éstos deciden secuestrar a todos los ajolotes, esparciéndose por los varios estados de la República Mexicana.
Axi deberá recorrer las 32 entidades de la República para librar a los dioses prehispánicos de su corrupción y traer a sus amigos de vuelta a casa.
El desarrollo de ‘Axol‘ cuenta con el apoyo de el Museo del Ajolote que está por abrir en la Ciudad de México (aún sin fecha exacta de su apertura) y los miembros de Ra6tZ han expresado en múltiples entrevistas que si el videojuego es exitoso, donarán parte de las ganancias a la conservación de la especie.
El ajolote, emblemático de los humedales de Xochimilco, ha tenido un descenso importante de su población desde finales de los años 70, parte de ello debido a la contaminación al ser un animal muy sensible a esta. Para 2014 había solamente 36 ajolotes por kilómetro cuadrado, según un censo realizado por el Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México.